La población del País del Bidasoa no crece apenas y se mantiene gracias a los inmigrantes que siguen estableciéndose en la comarca, aunque en menor número que en años anteriores. El número de habitantes, según la actualización oficial a fecha 1 de enero de 2024 se sitúa en los 22.633, cuatro menos que en el pasado ejercicio.

Cuatro municipios, Baztan, Doneztebe, Lesaka y Bera, son los más significativos e influyentes en el conjunto de la comarca, ya que representan el 71,62% del total de la población. Con todo, es interesante observar e intentar analizar el movimiento demográfico de los 21 municipios, incluidos los de entidad poblacional más baja.

De los cuatro mayores, lo más significativo es que tres, Doneztebe (-8), Lesaka (-23) y Bera (-21) pierden habitantes y que el cuarto, Valle de Baztan (+32) los gana después de tres ejercicios en recesión. En todos los casos de los 21 municipios, porcentualmente los movimientos son casi inapreciables y 14 de ellos coinciden en un aspecto negativo y nada favorable: registran más fallecimientos que nacimientos.

Variación de la población en los municipios de la comarca de Bidasoa.

Variación de la población en los municipios de la comarca de Bidasoa.

Inmigración

Así, la respuesta a la pregunta sobre cómo mantienen población es sencilla: gracias a los inmigrantes, estatales o extranjeros que superan al movimiento vegetativo negativo (nacimientos y defunciones) o emigración, que, si bien ya no se dirige a América como durante décadas, también existe.

La comarca acogió en 2024 a un total de 943 inmigrantes que resultan ser 116 más que los 827 bidasotarras o afincados a orillas del Bidasoa que optaron por marcharse. De Baztan en su mayor parte van a Pamplona y de Malerreka y Bortziriak, a Irun, Hondarribia, Oiartzun u otros municipios de Gipuzkoa, donde trabajan y acaban residiendo.

La procedencia de los inmigrantes es mayoritariamente estatal, dos de cada tres (592 de los 943) llegados en 2024 son españoles, y los 351 restantes extranjeros de América del Sur y Marruecos mayoritariamente, varios con familiares ya establecidos con anterioridad.

El Valle de Baztan recibió a 311 inmigrantes, de los que 121 eran extranjeros, seguido por Bera que acogió a 169, de ellos 77 procedentes del extranjero. Les siguieron Doneztebe con 109 inmigrados, 28 de ellos extranjeros. Y Lesaka, municipio al que llegaron 79 inmigrantes de los que 30 procedían del extranjero.

Otros municipios que acogieron inmigrantes de forma significativa fueron Igantzi (37, 12 extranjeros), Sunbilla (32 y 11), Arantza (29 y 10), Etxalar (26 y 10) y Bertizarana (27 y 7), cerrando la lista Saldias que acogió a un inmigrado de origen español.

Quienes marcharon en busca de otra residencia lo hicieron de Baztan (213), de Bera (166), Doneztebe (117), Lesaka (88), Etxalar (43), Igantzi (37), Zugarramurdi (25), Sunbilla (24), Donamaria (23) y de Arantza, 11 que dejaron la villa, con cifras menores pero desde todos los municipios.

Movimiento

Otro factor significativo en la comarca, por su carácter negativo, es el de los nacimientos y defunciones, donde estos suponen el doble que aquellos lo que es más que preocupante. Los fallecimientos de acuerdo con los últimos datos oficiales de 2023 fueron 245 en toda la comarca del Bidasoa, por sólo 128 nacimientos.

El más perjudicado en este aspecto fue Baztan con 32 nacimientos por 97 defunciones (-65), con el agravante de que el municipio lleva 26 años seguidos con datos negativos. Le siguen Bera con 25 nacimientos por 40 defunciones (-15) que también presenta resultados negativos en los últimos seis años (excepto en 2021 cuando registró 4 nacidos más que fallecidos) y Lesaka, con 18 nacimientos por 32 defunciones.

Sólo Arantza (1), Bertizarana (3), Donamaria (1) y Doneztebe (1) ofrecen resultados positivos, junto a dos municipios muy pequeños donde es gratificante observar que son más los nacimientos que las defunciones, en Oiz (5) y Saldias (2). En definitiva, otro ejercicio preocupante para el País del Bidasoa que no logra remontar los resultados negativos que viene registrando en la última década.