Que un mismo actor sea protagonista de dos de las películas del año es algo que sucede muy raramente y que ese mismo actor sea el segundo que más premios Goya tiene de todo el panorama nacional (4) es ya imposible. Eduard Fernández está viviendo su mejor momento profesional, no solo por el número de buenas películas que está interpretando, sino por la calidad de sus interpretaciones. Este miércoles ha estado en Tudela para recibir el homenaje de la Muestra de Cine Español, acompañado de los dos directores que este año le han encumbrado Jon Garaño (Marco) y Marcel Barrena (El 47). Imbuido de una serenidad y reflexión especiales en las últimas entrevistas, en Tudela ha asegurado que “el premio más grande es seguir currando. Hay mucha gente en mi profesión que no curra. De repente se acaba la cosa y no les llaman. Son sinergias que uno no sabe nunca cómo se mueven. Es eso que ocurre en un partido de fútbol que los rebotes van siempre al mismo equipo y sabes que esa noche va a ganar”.

Fernández, ha destacado lo importante que es la cultura para el ser humano, lo unida que está a él y la evidencia de que el cine y el teatro son cultura, haciendo la siguiente reflexión, “todos los que estamos aquí vamos a un teatro, sabemos que son actores, que van a hacer ver que son otras personas y, con todo, somos capaces de reír, llorar y emocionarnos aunque todo sea mentira. Eso es algo atávico porque no tiene lógica que lloremos por algo que hace un señor que sabemos que es mentira".

“Eduard me lleva a otro nivel, si haces una peli con Eduard Fernández es una peli de Eduard Fernández. Para mí es el Messi del cine español"

Marcel Barrera - Director de 'El 47'

Junto a él, el hombre del año, los dos directores solo tuvieron palabras de elogio y explicaron por qué le eligen para sus proyectos. Para Barrena (que volverá a contar con él en su siguiente proyecto), “Eduard me lleva a otro nivel, si haces una peli con Eduard Fernández es una peli de Eduard Fernández. En El 47 era un personaje para Eduard, no podía pensar en nadie más. Luego tuvimos problemas de agenda porque estaba haciendo Marco, película en la que me he cagado durante mucho tiempo -dijo entre risas-. Al final pudo hace las dos y ha hecho dos de los mejores papeles de su carrera. Igual que Messi elevó a Guardiola; si Pep entrenara a Osasuna no hubiera conseguido lo mismo que teniendo a Messi, Iniesta, y Xabi. Para mi es mi Messi”.

Por su parte Jon Garaño, uno de los directores de Marco, habló de su conexión, “le conocimos y tuvimos química, entendió el personaje. De primeras conectamos y coincidíamos en casi todo. El ya había leído el libro de Javier Cercas y se había informado. Hay muchas cosas que rodamos y no han salido, pero las posibilidades que da Eduard al director son infinitas”.

Marcel Barrena ('El 47'), Eduard Fernández y Jon Garaño ('Marco') antes del homenaje. Fermín Pérez Nievas

Ha rodado 44 películas, unas 8 series e infinidad de obras de teatro en más de 25 años de carrera, ¿cómo elige lo guiones y cómo desecha?

-En 25 años de carrera no, porque hace 25 años que hago cine. Pero hago teatro mucho antes; hasta los 35 años hice solo teatro y he hecho mucho. La carrera se hace cuando puedes decir que no a proyectos y eso es cuando te ofrecen varias cosas a la vez. Eso es difícil que te pase, aunque a mi me pasa. La carrera se hace sobre todo con los ‘no’, pero esos no los sabe nadie porque hay que ser un caballero. Eso no se sabe pero hay cosas que prefiero no hacer y ahí es donde se va haciendo la carrera. A la hora de elegir, primero, yo me dedico a esto y a veces tienes que elegir algo porque tiene que trabajar. Depende mucho del feeling, del papel, de los directores, del guión… Lo más difícil en esta profesión es encontrar un buen guión, eso es la base. Una vez traté de rodar un mal guión y de mejorarlo con el director, pero no mejoró. Con un mal guión no puedes hacer una buena película, puedes arreglarlo un poco y que no sea tan malo. Un buen guión se puede estropear, eso es verdad. Si no conozco a directores o guionistas, me gusta verlos para ver si nos entendemos. También llevo muchos años y vas viendo con quien te llevas bien o peor, el feelling y vas tirando.

Ha hecho varias películas importantes con personajes reales y otras muchas de ficción, ¿cómo se prepara un personaje de una y de otra?

-En el real es más acotado. Hay un trabajo hecho porque te tienes que informar e imitarlo. Los dos en este caso, tenían mucho material. En El 47, algo menos, pero con Marco mogollón de material. Los directores habían grabado a Marco durante 9 horas. Depende de cómo quieras hacerlo. Ahora voy a hacer de Santiago Carrillo en una serie de Movistar+ sobre el golpe de Estado. En el caso de Marco nos acercamos mucho a él, había que hacer una parte de imitación de parecido físico, pero que no sea una caricatura, que sea una persona de carne y hueso, ése es el reto difícil. En el caso de Manolo Vital, de El 47, era lo mismo, porque cuando llegué a Torre Baró la gente decía ‘la gente del cine lo que trabaja. Los casting que habrán tenido que hacer hasta encontrarle a usted que es igual que él’. En la ficción puedes inventar más, eres más libre y también la puedes cagar más. Cuando haces mucho una cosa, quieres hacer la otra.

“Me gustaria hacer una buena comedia, pero es complicado hacer un buen guión de comedia. Me gusta hacer personajes que no imagine”

Eduard Fernández - Actor

Ha dicho en alguna ocasión que ‘todos hacemos un personaje en la vida’, ¿es así, todos mentimos?

-Tú que crees? Es inevitable. Para eso están luego los psicólogos. Todos tenemos un personaje que creemos que tenemos que hacer y lo bueno, al ir creciendo, es que igual no hace falta hacerlo tanto, puedes quitarte cosas de encima. Solemos interpretar el personaje que nos gustaría ser y todos mentimos un poco en la vida. Maquillamos alguna cosa de nuestra historia, nos venimos un poco arriba… Eso hacía Marco a nivel bestia pero Marco me parece que es un poco un actor sin texto ni obra. Creó un personaje muy curioso con muchas aristas y muy complejo y contradictorio, mientras que Manolo Vital era un tío muy claro, honesto y limpio. Son dos personajes muy contrarios.

Al espectador sorprende cómo se hunde siempre en el personaje, ¿qué queda de aquel Eduard Fernández actor de mimo cuya primera aparición televisiva fue siendo una bombilla en ‘Planeta Imaginario’?

-Fue mi primer papel, el segundo hice de tubo y el tercero de cabra. No sé qué queda. Uno va haciendo su evolución y todo queda. Yo me doy cuenta de las cosas que he hecho y que llevo encima y que están y que sirven. Todo está bien haberlo hecho.

¿Ha tenido ofertas para salir a trabajar fuera de España o no le interesa?

-No. No he tenido gran cosa. He hecho una en Chile. No he tenido mucha oportunidad. Me da la sensación de que el tanto por ciento de películas buenas y malas en cada país debe ser parecido. Unas salen bien, otras mal. Si yo hago las buenas de aquí, pues estaría fenomenal. Hacer otras fuera estaría bien, pero de momento no me llama.

“Marco tenía algo de actor pero sin obra, sin papel. Había en él una desazón, algo de no poder parar y de estar tranquilo cuando le adulan”

Eduard Fernández - Actor

Se ha empapado de la vida de Marco hasta ser él, ¿qué le lleva a una persona a construir una vida alrededor de una mentira?

-Lo que tenía que hacer era revivir eso, actuar en eso. Él no podía parar. Era alguien que era muy actor. Nadie contaba lo que ocurría en un campo de concentración como Marco porque no había estado nunca. Los que habían estado tenían tal trauma que no podían recordar, pero él lo imaginaba, recreaba, añadía detalles y lo contaba como si hubiera estado; como nadie. Hizo mucho daño a mucha gente y a la vez promulgó que había mucha gente española en campos nazis, algo que no se sabía. Como actor no podía enjuiciarlo, sino meterme en él. Tenía algo de actor pero sin obra, sin papel, a nivel genérico. Hay una desazón en él. Algo de no poder parar. Cuando todo el mundo le adula parece estar tranquilo. Necesita todo el día que le adulen, estar en el candelero, tiene mucho de actor. No podía parar, había mentido también sobre su familia, tenía otra que había dejado, también algo de su infancia que le llevaba a inventarse algo para que el adularan.

No se gustaba a sí mismo y se construía una vida...

-Eso también, en parte, todos podemos reconocerlo en nosotros.

El coste físico que asumió denota una entrega total pero fue muy alto.

-Si, pero puedo decir que no es muy recomendable. Cuando me vi en pantalla está muy bien hacerlo, pero no es recomendable. No podía andar mucho, me tenía que sentar cada poco, me dolía mucho la espalda. Aún sigo yendo a fisioterapeutas y aún me quedan cuatro kilos por adelgazar.

“Lo más difícil en esta profesión es encontrar un buen guión, es la base. Con un mal guión no puedes hacer una buena película”

Eduard Fernández - Actor

¿Qué tipo de papel o historia queda que quiera hacer y no le hayan ofrecido?

-Soy actor, una de las primeras respuestas que me sale es: aquel que yo no imagine. Esta profesión tiene mucha gracia, de repente te ofrecen un papel en el que nunca habías pensado y te empiezas a informar. Vas viendo cosas que no sabía y poco a poco, a medida que vas haciendo películas, vas mirando la vida desde distintos puntos de vista e interesándote por cosas que nunca te hubieras imaginado que existía o te interesarían. Una buena comedia sería bueno hacer, pero es muy complicado, un buen guión de comedia es muy complicado. En realidad me faltan aún muchos personajes por hacer.