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Las Vistillas de Lerín, un castro prerromano todavía por descubrir

Se trata de una fortificacion de los siglos V al II a. de Cristo que podría haber sido abandonada justo antes de la invasión romana

Las Vistillas de Lerín, un castro prerromano todavía por descubrir

Una representación del Parlamento de Navarra acudió ayer a reconocer sobre el terreno la realidad del castro prerromano localizado en el término Las Vistillas de Lerín. Un yacimiento que ya fue localizado en 1974 por el arqueólogo lerinés, Jose Luis Ona, y en el que posteriormente el arqueólogo Javier Armendariz indagó más profundamente en sus tesis doctoral.

Se trata de un yacimiento de la Segunda Edad del Hierro que cesó su actividad justo antes de la llegada de la influencia romana a Navarra. Se trata de una zona ubicada en las cuevas de Lerín en la que actualmente trabajan los arqueólogos Iosu Barragán, Nerea Soto, Aitor Alzueta, además de otros arqueólogos vinculados con Príncipe de Viana y la UPNA. Por lo descubierto hasta ahora, este castro de Las Vistillas podría haber sido habitado entre los siglo V y II antes de Cristo. Se trata de un poblado fortificado según lo atestiguan los restos de la entrada de la muralla que da acceso a otras dependencias todavía por descubrir. Un enclave que albergó una estancia de al menos dos recintos que ocupa un total de dos hectáreas. “La prospección es como intentar ver una habitación a través de la cerradura de una puerta” aseguró Iosu Barragán cuyo equipo llevo trabajando desde hace dos año en esta ubicación muy cercana a Lerín. 

Recinto fortificación

Se sabe que es un recinto ocupado de manera más o menos continuado durante cuatro siglos pero todavía no se conoce si su origen es anterior “no hemos encontrado los estratos más bajos por lo que su origen podría ser más antiguo”.

Poco se sabe de este tipo de fortificaciones y menos de esta que podría destacar precisamente por ser anterior a la presencia romana y no haber tenido contacto con esta cultura “si fuera así sería el único de Navarra”, insistió Barragán.

En la visita se pudo ver que con los tres sondeos que se han realizado en estas ruinas existe material para estudiar y analizar ya que este periodo entre los siglos quinto y segundo antes de Cristo en Navarra, es un espacio “relativamente desconocido para los historiadores”. Se trata de un espacio te el de Las Tejerías pero que no sufrió el final de sangriento y fatal de La Custodia (Viana) arrasado por los ejércitos romanos.

De momento, las excavaciones han descubierto parte de la muralla del poblado con un grosor de tres metros, además de varias estructuras de edificios que podrían ser casas particulares y otras de utilización común en el que el material son ladrillos y adobes realizados con material de la zona “arcillas con mucho yeso típicos de aquí”, aseguró Aitor Alzueta.

Hallazgos

Entre los hallazgos destacan l0s de varios recipientes de cerámica que precisamente van desde los elaborados de manera tosca en hornos de ceniza del siglo V, hasta otros más modernos ya realizado con tornos. Muchas de las piezas encontradas fueron también reparadas “con lañas” por los habitantes de esta enclave, del que no se ha encontrado la zona de enterramientos. Tampoco se han encontrado pistas de las razones por las que fue abandonado en el siglo II antes de Cristo “podemos intuir que fue una salía precipitada y ya nunca más volvió a habitarse”, aseguró el arqueólogo Barragán, que junto a su equipo pidió apoyo para poder realizar las prospecciones que encuentren las piezas que recompongan el puzzle que este paraje de Lerín encierra y que podrían dar lugar a muchas certezas de esta época tan desconocida de la historia de Navarra.