El Rincón de las Amapolas es un espacio vivo; un lugar susceptible de sufrir modificaciones y mejoras continuas. De hecho, y aprovechando la celebración del Día del Libro, un grupo de vecinos instaló una biblioteca callejera en este lugar que, recuerdan, hasta hace apenas unos meses era un solar abandonado y privado que les cedieron y que se ha convertido en un sitio de uso, disfrute, convivencia y cuidados ciudadanos.
De acuerdo con Carlos Jiménez, uno de los máximos exponentes de Grafitarras, el encuentro de arte comunitario del municipio que aboga por la recuperación de la memoria oral, el patrimonio natural y cultural, el cuidado del espacio público, el sentimiento de pertenencia o la convivencia e intercultural a través del arte, el diseño, la ilustración, animación, música, el teatro o la narración, “estamos hablando de un proceso comunitario de dignificación”. Bajo el lema Libros Libres, por la mañana limpiaron el entorno y cuidaron las plantas que allí hay, y por la tarde llegó el momento de leer.
Lectura intercultural
La gente llevó sus libros, de los que leyeron algún fragmento, y después los dejaron o los intercambiaron. “La actividad ahondó mucho en la integración y en la interculturalidad. Queríamos llegar a donde a lo mejor otras actividades no llegan y, por ese motivo, animamos a la ciudadanía a hablar y a leer en sus lenguas; sonaron el castellano, el árabe, el euskera e incluso el inglés”.
La biblioteca que allí han habilitado, en un pequeño rincón y a cubierto, “no tiene normas, pero sí sugerencias de uso. Ojalá no haya actos vandálicos; se trata de una actividad ciudadana, un acto comunitario. Es algo cultural que la gente aprecia por lo que, si lo rompen, lo están censurando”. Esta plaza, insiste, tiene muchas posibilidades aún por explotar como acciones formativas con adultos y txikis.
Además de Grafitarras, este evento fue posible gracias a la colaboración de los vecinos y vecinas del barrio, así como a ModderMass, La Kayarta, la Asociación Navarra de Apoyo a los Cuidados y el área de Cultura y Deportes.
Grafitarras 2025
Por otro lado, desvelaba Carlos, ya están con los preparativos de la nueva edición de Grafitarras que tendrá lugar entre el 28 de julio y el 2 de agosto, una cita consolidada en el calendario que pretenden se expanda a toda la comarca.
Y es que, de la mano de este encuentro surgen nuevos retos. “No se trata solo de pintar paredes, sino de generar espacios que contribuyan a mejorar la calidad de los lugares públicos; llegar, además, a otras culturas y generaciones con tertulias, charlas, arte y música”.
De hecho, uno de los objetivos es que la gente joven pueda ver esta cita como “un lugar en el que aplicar lo aprendido; que sirva incluso como prácticas a quienes estudian magisterio, diseño, comunicación audiovisual, etc. Y, otra de las metas, es que esto tenga una presencia legítima con las universidades; que certifiquen lo que aquí se hace, que sea como una sede de la universidad de verano en el medio rural”.