“Intento crear conversación, abrir debate y empatía en cuanto al tipo de dolor que se experimenta cuando te agreden sexualmente, que es un dolor muy oscuro. Hay que hablar más de ello y de cómo actúa el contexto de una víctima. He estado en los dos lados. No soy muy fan de las cuestiones pedagógicas en las películas, sino más de abrir un debate”. Con estas palabras la directora catalana Gemma Blasco ha explicado algunos de los objetivos al rodar La furia, su primera película que se ha estrenado este miércoles en el Festival Ópera Prima de Tudela.

Víctima de una agresión sexual a los 18 años, en 2018, a la hora de pensar en el primer guión para un largo, decidió abordar su historia pero no en formato autobiográfico sino para tratar de abordar las diferentes aristas del hecho. Por este motivo, su primera película se adentra en sentimientos como la furia o la venganza pero sobre todo una de las cosas de las que habla la película es “del derecho que tenemos las mujeres a transitar una emoción como la rabia y al furia y como a nivel de mandatos de género no se nos ha enseñado que podemos transitarla y debemos vivirla. También conque son dos personajes que buscan canalizar su furia o venganza de formas distintas”. En este sentido, y conforme avanza la película se va viendo que “es más una película sobre la violencia, qué reparación necesita cada uno Alexa (Ángela Cervantes) y Adrián (Alex Monner), qué rol cumple cada uno y como reaccionan al hecho”.

Decidió abordar su historia pero no en formato autobiográfico sino para tratar de abordar las diferentes aristas del hecho. Por este motivo, su primera película se adentra en sentimientos como la furia, la venganza o la rabia

En este sentido hay un rol de género clarísimo cuando el hermano mayor reacciona a la violación de su hermana como si fuera él la víctima, “se siente víctima y en realidad no deja de ser una manera de querer. El la quiere muchísimo pero está atravesado por una manera de hacer que es muy egoísta, pasa por encima de ella y lo hace muy mal”.

En dos tiempos paralelos

La historia sucede en dos marcos temporales paralelos, uno en el tiempo de la violación y los días siguientes y otro un año después y en virtud de esos saltos temporales se reordena la actuación y reacción de los personajes, “la propuesta era tratar de mostrar la transformación de los personajes. Cada vez están más lejos la una de la otra. Se van entrelazando y tiene que ver con la idea de cuánto queda de la mujer de antes. Evolucionas y te vas transformando y hay algo de alejarse de la que antes eras”.

Dentro de estos dos marcos temporales otro elemento también es tratar de contar la desorientación en el shock postraumático y hacerlo como si fuera un puzzle. “Lo veo más como una estructura desordenada, voluntariamente, para contar la sensación de desorientación”.

“Hay mucho simbolismo en la sangre -otro de los protagonistas de La Furia- y a su manera destripar la jabalí le permite tener su catarsis y, a su manera, matar a su violador”.

Gemma Blasco - Directora de 'La Furia'

La furia se adentra en un momento de la misma en un auténtico bodegón de metáforas, con la cacería de un jabalí, su destripamiento y el final en el que adapta el mito de Medea a sus objetivos, “en la caza es muy importante qué rol cumple cada uno. En esos momentos trata de hablar de los roles, quién es el cazador y quién la presa y cómo eso puede cambiar en cualquier momento. Hay un intento por hablar de la animalidad y lo primitivo”. Tras cazar el jabalí ella lo descuartiza en una especie de rito iniciático, “hay mucho simbolismo en la sangre -otro de los protagonistas de La Furia- y a su manera destripar la jabalí le permite tener su catarsis y, a su manera, matar a su violador”.

Los dos actores protagonistas, Ángela Cervantes y Alex Monner, han conseguido un premio en Málaga, en una historia que llevan sobre sus espaldas, especialmente sobre las de Cervantes, amiga desde la infancia de Gemma Blasco. “Cuando no tenía ni sinopsis le dije que quería que la hiciera ella. Aún estaba estudiando teatro y no había hecho nada. Tenía muy claro que tenía que ser ella y escribimos el papel para ella. Ha habido algo de mimetizarse. Soy un poco yo, pero está hecho para que la interprete ella y sacarle todo su potencial”