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El libro de honor de Tudela

Dictadores, reyes, príncipes, ministros, obispos, gobernadores civiles o presidentes han estampado su firma desde 1950

El libro de honor de TudelaFermín Pérez-Nievas

Dictadores, reyes, reinas, príncipes y princesas, gobernadores civiles, ministros, obispos (muchos), embajadores, músicos, médicos, altos cargos, escritoras… son sólo algunas de las personas que han visitado Tudela desde el año 1950 y que decidieron estampar su firma en el libro de honor de la ciudad.

El libro de honor de un municipio es aquel en que los ayuntamientos quieren guardar y resguardar el testimonio de las grandes personalidades que han visitado la localidad como elemento protocolario. Por este motivo, las grandes autoridades deciden estampar sus firmas e incluso algunas palabras cuando realizan una visita de forma oficial o cuando son invitados por los alcaldes. De esa forma, los restos caligráficos pueden dejar huella de lo que ha sido la historia del país y de la propia ciudad.

Primera página del libro de honor cuando se creó en 1950.

El inicio

En Tudela el libro se creó el 26 de noviembre de 1950, de manos del que era entonces alcalde Julio Garbayo y del secretario Manuel Abascal que aprovecharon el homenaje que el Consistorio tributó a José María Arellano, vicepresidente de la Diputación y diputado foral, para registrar los nombres de los grandes “prohombres”, como se decía entonces. La cuestión es que se hizo sin ningún criterio en especial y seguido del diputado firmaron personas de todo tipo, que si bien algunos eran alto cargos cargos o profesiones relevantes no tenían una trascendencia histórica, así aparecen personas como Ángel Martínez Borque, subdirector del instituto de Colonización (casa do con la tudelana Pilar Abascal Frauca), la escritora Blanca de Lebario, el Marques de San Adrián, que firmó así, sin ni siquiera poner su nombre, sino el de su título. En esas primeras firmas también aparece José Ramón Castro, el ilustre archivero, historiador y médico tudelano y José María Zuloaga, primer director del semanario creado por el Opus Dei, Actualidad Española y el famosos investigador y médico Gregorio Marañón, Henry Hare Carter (lingüista), Randall Thompson (compositor) o Tomas Kiischi Matsuda (historiador japonés).

Entre aquellas primeras páginas la única que tiene un marco dibujado es la que hace referencia al dictador Francisco Franco, que llegó a Tudela el 14 de octubre de 1954 procedente de Zaragoza y camino a Logroño. Garbayo y Solano le acercaron entonces el libro de honor para que estampara su firma. Así lo hizo, sin mensaje, sin frases hechas, solo su firma.

Firma de Manuel Fraga cuando era Ministro de Turismo.

El libro tiene muchos años de ausencias, en ocasiones casi una década, y tampoco se sabe qué criterio se empleó para que unas personas aparecieran y otras no. También es evidente que han pasado por Tudela muchos actores, músicos y profesionales de todo tipo que, por lo que sea, a las autoridades no se les ocurrió que podían dejar su firma o, quizás, desconocían la existencia del libro de honor.

Tras el paso de Franco pasaron también ministros del régimen como Manuel Fraga Iribarne, que recorrió toda Navarra en los primeros días de julio de 1964, hasta tirar el cohete de San Fermín el 6 de julio. Además de ver Olite, en Tudela recorrió la catedral y firmó en el libro de honor, dejando el mensaje “Con la segura confianza de un gran porvenir turístico y en todos los órdenes, para la maravillosas y hospitalaria Tudela”. Fraga en su firma aquel 4 de julio añadió la frase “XXV años de paz” que colocaban aquel año al cumplirse 25 años del final de la guerra.

Un año antes, el 31 de marzo de 1963, María Teresa de Borbón Parma (hermana de Carlos Hugo) también estuvo presente en Tudela, una ciudad que su familia visitó de manera habitual en aquellos años de la Transición. No en vano, su hermano, el pretendiente carlista Carlos Hugoestampó su firma (solo su firma) en el mismo libro cinco años después, el 5 de agosto de 1968 cuando visitó la ciudad y varias fábricas de la mano de militantes carlistas. María Teresa, muy implicada en la evolución democrática del Carlismo, escribió con su firma “Tudela siempre demostró señorío, recidumbre y fidelidad a su tradición navarra. La estatura de Santa Ana llevando a la Virgen que lleva al niños Jesús, es el símbolo profundo de esta tradición ascendente”.

La firma de Franco en el libro de honor de Tudela en 1954.

Años 70

Durante cinco años (entre 1968 y 1973) quedó inactivo el libro hasta que el gobernador civil Ruiz de Gordoa volvió a escribir el sus páginas el 12 de abril “En mi primera visita oficial a la noble ciudad de Tudela hago votos por su prosperidad deseando ardientemente ser sujeto activo de su progreso”. A él le siguieron Licinio de La Fuente (Ministro de Trabajo, 24 de mayo de 1973), Carlos Pérez del Bricio (Ministro de Industria, 11 de junio de 1976) o Eikichi Hayashiya (embajador del Japón en España, 12 de noviembre de 1982) en unos años en los que estas páginas apenas tuvieron visitas.

Terminada la Dictadura, con Constitución y con un gobierno extraído de las urnas, llegó a la ciudad el presidente del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces Barba, el 18 de enero de 1983. “Al alcalde (Francisco Álava entonces), concejales y vecinos de la ciudad de Tudela con todo mi afecto y mi agradecimiento por mi recibimiento”. Junto a él estampó su firma el presidente del Parlamento navarro, el socialista Víctor Manuel Arbeloa. Peces Barba terminó en Tudela su visita por Navarra y tras ver la catedral recibió a alcaldes en la Casa Consistorial, “aquí tienes a los representantes de la merindad que mejor se han portado a la hora de manifestar su españolidad, su navarrismo, y su democracia en todas las confrontaciones electorales” dijo Arbeloa. Los representantes de EMK o PTE no entraron al Ayuntamiento. “Me voy con la impresión de dejar una comunidad estable, que todavía tiene preocupaciones, que son obvías, pero que hoy tiene mejores mecanismos para afrontarlas”, dijo Peces Barba.

Firma del pretendiente carlista Carlos Hugo en su visita a Tudela.

Años 80

De nuevo se creó un paréntesis de 5 años hasta que el 9 de febrero de 1988 los reyes, Juan Carlos y Sofía llegaron a la ciudad y estamparon sus nombres, cada uno en una página. Como hiciera Franco, sin mensaje, ni deseos para la ciudad, y junto a su nombre una ‘R’ de Rey y de Reina. Los monarcas llegaron a Tudela tras recorrer Navarra. Al subir a la Casa del Reloj los concejales de AIT-Batzarre, Milagros Rubio y José María Lacarra, gritaron “Viva la República” y “Fuera el Polígono de Tiro” y la policía los retiró del lugar. Desde el balcón Juan Carlos gritó “Viva Santa Ana” para beneplácito de todos los presentes. En la prensa se contaron otros dos incidentes, uno en la plaza de Los Fueros y otro en la avenida de Zaragoza, en ambos casos por intentar sacar pancartas contra la visita real. Cafetería Zuazu sirvió espárragos, alcachofa reIlena de almejas, canapés de salmón y de mariscos, trufas, tocino de cielos y yemas. Samanta Martínez Batany, de 13 años, cantó una jota a los reyes.

Años 2000

Nadie vuelve a aparecer en esas páginas hasta 1996 y, nadie de renombre hasta 2001. El 8 de noviembre de aquel año, fue precisamente el hijo de los reyes, el príncipe Felipe, quien estampó su firma, éste, sí, seguido de un largo mensaje y en unas páginas ricamente decoradas con un dibujo a plumilla de Tudela realizado por Alberto Sola. “Con motivo de mi visita oficial a la Comunidad Foral de Navarra tengo la grata oportunidad de venir a Tudela y saludar con afecto a todos sus vecinos a través de su Ayuntamiento”.

En aquella visita, siendo alcalde de Tudela Luis Campoy, llegó hasta Corella donde inauguró el Museo Arrese. En el encuentro con la corporación tudelana, la concejala de Batzarre Milagros Rubio, entonces era también parlamentaria y había visto al príncipe en su paso por Pamplona, le entregó un escrito para el proceso de paz en el País Vasco y Navarra.

Firma de Juan Carlos en el libro de Honor de Tudela.

Poco más que reseñar en un libro de honor que con la Democracia no ha tenido grandes nombres ni testimonios. En ese tiempo pasaron por Tudela políticos como Juan Antonio Belloch (cuando era alcalde de Zaragoza el 5 de mayo de 2009), o los presidentes de Aragón y Navarra, Javier Lambán y Uxue Barkos cuando el 2 de octubre de 2015 tuvieron un encuentro institucional en Tudela. “Es un placer estar hoy en la que es la capital de Navarra en este primer encuentro oficial con el presidente Lambán”, escribió Barkos. El mensaje ilegible de Lambán deja también otra curiosidad, hasta 1977 se llevó un libro paralelo en el que se traducía la firma y el mensaje dejado por la auoridad, pero a partir de ese año, muchos de los mensajes y firmas han quedado para siempre sin poder ser descifrados.

En 2023 también dejó su huella un mediático presidente de Cantabria entre 2003 y 2023, Miguel Ángel Revilla, que llegó a la ciudad para presentar su libro. “Lamento haber tardado más de 80 años en conocer esta monumental ciudad de Tudela. Me voy maravillado muy especialmente de la cordialidad de sus gentes y del trato dispensado por los regidores de esta Casa Consistorial. Gracias”.

El libro de honor puso su punto y seguido, con el último mensaje y firmas recogidas, el pasado 27 de septiembre de este 2025 durante la última visita real a Tudela, una ciudad que, al margen de las que ha tenido con Letizia en los últimos cinco años, ha contado con media docena de visitas de reyes, príncipes, infantas o aspirantes reales.

Firma de Leonor el pasado mes de septiembre en su visita a Tudela.

Aquel día firmaron los tres que estuvieron presentes, el rey Felipe, la reina Letizia y la princesa de Asturias y Viana, Leonor. Felipe R. y Letizia R. firmaron junto a un precioso dibujo hecho a plumilla de la plaza de Los Fueros en el que se podía leer, “Nos alegra especialmente esta visita a Tudela por ser la primera vez que la Princesa Leonor, nuestra hija y heredera, visita Navarra como Princesa de Viana. Gracias por vuestra acogida en esta ocasión tan simbólica y emotiva”. En la siguiente página, la protagonista, Leonor, dejaba su testimonio en un texto más largo, “termino aquí en Tudela mi primera visita oficial a la Comunidad Foral de Navarra. Hace seis siglos que el rey Carlos III El Noble creó el título que hoy me vincula a esta tierra. Y, aunque ha sido breve mi paso por Navarra, estos días me han servido para sentir que mi unión y compromiso con esta comunidad, son aún más firmes. Espero regresar a menudo y seguir conociendo y acompañando a un pueblo emprendedor y comprometido, un pueblo que es un orgullo para España”.

Página en la que firmaron Letizia y Felipe como reyes de España.

Ése es la última firma y el último mensaje que aparece en el libro de Honor de Tudela, un libro que se ha empleado de formas esporádicas y nunca sistemática, en ningún momento de su existencia, pasando años y lustros sin reflejar ninguna actividad. Queda para la posteridad lo que puede significar registrar el paso de personalidades por la ciudad y cómo contar la evolución de la misma en base a las firmas recogidas. Queda en manos de los munícipes ser exhaustivos y rigurosos con su recogida.