El Patronato de la Fundación Auditorio Barañáin celebra este martes una junta extraordinaria y urgente con dos importantes puntos sobre la mesa. Por un lado, la firma de un convenio de colaboración para que el Auditorio vuelva a convertirse en sede oficial de la Orquesta Sinfónica de Navarra. Aunque no han trascendido los términos exactos del acuerdo -y siempre a expensas de firma y votación-, podría tener una duración de 10 años y la OSN pagaría un canon anual que rondaría los 100.000 euros.

La OSN, ahora integrada en la Fundación Baluarte, institución financiada principalmente por el Gobierno de Navarra, ya se estableció en Barañáin en 2010. Sin embargo, en julio de 2016 trasladó su sede a la Casa de Cultura de Villava merced a un acuerdo para tres años que podía renovarse hasta alcanzar un máximo de cinco.

El convenio vence el 31 de diciembre de este 2021. A cambio de utilizar las instalaciones de la Casa de Cultura, la OSN pagaba a Villava 6.000 euros mensuales y se comprometía a celebrar dos conciertos al año en la localidad.

El alcalde de Villava, Mikel Oteiza (EH Bildu), ha reconocido este lunes que "no nos consta de manera oficial que la Orquesta Sinfónica de Navarra haya llegado a ningún acuerdo".

En una solicitud trasladada tanto a la Fundación Baluarte como al departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, "habida cuenta de la positiva experiencia y la rentabilidad cultural y socioeducativa que ha supuesto este convenio para el municipio", Oteiza ha manifestado este lunes "la voluntad de este Ayuntamiento de proseguir con la cooperación entre ambas entidades y renovar este convenio en los mismos términos o, en su caso, en las mejores condiciones posibles para ambas entidades".

Primer paso para la municipalización

Además del más que posible convenio con la Orquesta Sinfónica de Navarra, en Barañáin se somete este martes a votación la extinción de la Junta del Patronato, para que desaparezca la Fundación y el espacio se convierta exclusivamente en Auditorio. Una decisión que deberá ratificar después el Pleno y que supone el primer paso para la municipalización del espacio escénico. Aunque de facto la junta ya está compuesta en exclusiva por representantes municipales, la Fundación fue una figura jurídica creada en su día para la colaboración público/privada.