ollo - “Todo el mundo está de acuerdo en que no es sano para Navarra que se vacíe el territorio y que la población se concentre en Pamplona y Tudela”: David Campión, alcalde del Valle de Ollo, propone una serie de medidas no sólo para frenar la despoblación sino para paliar los niveles de “desierto demográfico” -utilizando parámetros de la UE- que ya se están dando en muchos municipios navarro, alerta en una misiva dirigida a los diferentes partidos políticos. La falta de un marco legal con el que luchar contra la despoblación no puede ser una “excusa”. Entre otras medidas, propone que se dote urgentemente a los pueblos de telefonía e internet de calidad “o morirán”. “Inviertan hasta llevar la fibra a todos los cascos urbanos como llegó el teléfono en su día”, revela. Y, a corto plazo, que se permita “utilizar a precios simbólicos las infraestructuras públicas (antenas y canalizaciones) para los pequeños operadores que quieran instalarse en las zonas rurales”. El transporte público es otra demanda clave: “Es sangrante que valles enteros no tengan autobús ni una sola vez al día. Y no solo aldeas remotas sino ayuntamientos que pertenecen a la misma Comarca de Pamplona”. Como también hay que garantizar, indica, el transporte escolar hasta los 18 años. Plantea también una fiscalidad diferenciada ya que los habitantes y empresas de estas zonas despobladas “pagan los mismos impuestos pero no tienen los mismos servicios”. “Y emprender en ellos es una heroicidad aún mayor cargada de gastos añadidos”. Recuerda al respecto que la UE ya lo permite: beneficios fiscales para las empresas de estas zonas, rebaja del IVA, del impuesto de sociedades, cotizaciones reducidas, rebajas a autónomos... “las posibilidades son enormes”. Y, de igual modo, para los ciudadanos, con “rebaja del IRPF por vivir efectivamente en zonas despobladas, bonos energéticos, ayudas familiares, etcétera. Se puede hacer económicamente atractivo el vivir y trabajar en los pueblos”. La atención a la personas mayores es otro eje. Para ello cree que hay que invertir en “soluciones clásicas” (centros de día y residencias) y “modernas” (cohousing). En materia cultural, aboga por repensar la oferta existente. “No puede ser que el diseño y requisitos de las ayudas para teatro o actuaciones de cualquier tipo haga que ningún pueblo se acoja a ellas y que todo se quede en las urbes y grandes escenarios”, indica. Pero hay mucho más. Las casas de pueblo son gigantescas y las inversiones “desproporcionadas” con “innumerables trabas legales”. Hay que apostar también, señala, por la ganadería y la agricultura familiar y de calidad en los comedores públicos. - A.I.