Las Bodegas Quaderna Vía fueron fundadas en las cercanías de Igúzquiza-Iguzkitza (Navarra) en 1998 por los hermanos Jorge y Raúl Ripa. Se trata de unas bodegas que producen vinos bio o ecológicos para fomentar el kilómetro 0 y los circuitos cortos. Fueron pioneros en la Comunidad Foral, y tras varios años de inversión y ventas de sus cultivados vinos en el extranjero, en 2020 decidieron comenzar con otros proyectos ligados a las bodegas.

Pese a que su apertura se retrasó por la Covid-19, hace casi dos meses, el 15 de junio de 2021 concretamente, inauguraron el bar de vinos 'Parranda' en la Plaza San Martín de Estella, al lado del antiguo Ayuntamiento. Es el primer bar de vinos de España en vender y ofrecer productos exclusivamente 'bio'y de kilómetro 0.

El nombre del local, 'Parranda', fue elegido por su significado, tal y como lo ha definido Raúl Ripa: "Gente junta pasándolo bien". Para Javier Ripa, representa el ocio, la alegría, pero también una relación estrecha con el vino. Es lo que el local y el vino significa para ellos, y el objetivo con el que lo llevaron a cabo. Ramón Urtiaga es el único trabajador y encargado del local, aunque le prestan un poco de ayuda en los momentos claves del fin de semana.

En un principio iba a ser un bar enfocado en los peregrinos o turistas de la ciudad, con la intención de crear una sala de cata con 4-5 mesas como habitación principal. De esta manera, su finalidad sería hacer catas para poder probar vinos Quaderna Vía, autonómicos, estatales y extranjeros, todos ellos ecológicos o etiquetados como 'bio'.

Calculan que traen vinos de 12-15 países en los que tienen amigos, factor del que se enorgullecen en cantidad, ya que de esta manera se ayudan entre ellos. Al no poder elegir todos los productos por falta de espacio principalmente, ven necesaria hacer una criba y traer uno o máximo dos vinos de cada bodega interesada. Como curiosidad, en 'Parranda' venden el vino del cantante Sting, que tiene una bodega en La Toscana (Italia).

Jorge Ripa nos ha explicado que parte de la magia del vino es la capacidad de transportarte a otros lugares: "Este es un local en el que puedes viajar a distintos países con el único pasaporte de tu copa. Eso es algo que el vino te permite hacer sin moverte de la mesa. Esta es gran parte de su magia". También ofrecen cervezas artesanales hechas en la merindad de Estella.

Al otro lado de la barra del establecimiento, se encontraría un minibar que contaría con dos mesas interiores y la pequeña terraza que tienen disponible actualmente.

La falta de peregrinos a causa de la pandemia ha traído consigo que Parranda haya abierto como bar de vinos también para la ciudadanía de Estella. Pero ambos hermanos Ripa se pusieron de acuerdo para decir que tan pronto como sea posible, llevarán a cabo el planteamiento inicial.

El local físico contiene gran parte de la historia de Estella gracias a su construcción y restauración hecha por los hermanos Ripa. La pared trasera está formada por parte de la antigua muralla de la ciudad, levantada alrededor de los años 1940-1950. Es uno de los tres sitios contenedores de este símbolo, y en este caso, se trata a a su vez de la que fue fachada de la Iglesia San Martín, de ahí el nombre de la plaza.

Mientras fabricaban el bar, los hermanos Ripa se encontraron con otro resto histórico incrustado en la pared: "Mientras hacíamos la obra, salió una columna en el interior. Un arqueólogo la observó y dijo que seguramente sería porque habría otra cerca y funcionarían en modo de tejavana. Sacamos la hipótesis de que en este espacio se juntaría el ayuntamiento de esa época a modo de 'Sala de Juntas', que era el edificio contiguo". En honor a este dato histórico, en la parte superior han construido un Apartamento Turístico llamado "La casa de los 1.000 años" que ya cuenta con página web y está en uso.

Al restaurar el edificio, los Ripa fueron "cuidadosos y respetuosos con lo que había, intentando reparar y mejorar el sitio". Para ello contaron con diferentes gremios y especialistas como cristaleros, herreros o canteros. Entre otras cosas, reconstruyeron la puerta entera con madera de derribo y con el estilo tradicional, respetando todos los clavos y la aldaba. También limpiaron las piedras de las paredes, rehicieron la ventana y las rejas de hierro, siempre respetando lo antiguo y dándole toques modernos.