Porque solo se cumple medio siglo una vez, la peña Mutiko Txikiak, ahora Neska eta Muthiko Txikiak, celebró por todo lo alto su 50 aniversario ayer, en el ecuador de las fiestas de Altsasu.No obstante, su origen se remonta a 1954, cuando una cuadrilla de chavales salió en fiestas con una pancarta en la que se leía Muthiko Txikiyak, todavía sin sus blusas de cuadros rojos y blancos. Aunque tuvo una vida corta, su espíritu siguió vivió y resurgió en 1974. Hasta ahora.

Entrada la década de los 70, en 1972 solo salió la peña Lagun Onak, hasta que un grupo de jóvenes crearon Altsasuko Gazteak en 1973. Otras cuadrillas más jóvenes, en torno a 70, no quisieron ser menos y al año siguiente, en solo dos meses, pusieron en marcha Muthiko Txikiak. De aquello inicios, recuerdan que fueron precarios, pero siguieron adelante y al año siguiente, con más medios y más jóvenes en la peña. Pronto también se incorporaron las mujeres. Ayer algunos de aquellos chavales volvieron a lucir las mismas blusas que hace 50 años. Tampoco quisieron perderse este encuentro Alonso Asensio y Carlos Vega, de la cuadrilla de 1954.

Las celebraciones fueron mañana y tarde, con una comida para recuperar fuerzas que reunió a 175 comensales.

HOMENAJE A MAYORES

Las personas mayores fueron las otras progranistas del día, con homenaje del Ayuntamiento a Clara Olmedillo Aldasoro y José Bergera Fernandez de Garaialde y Lazkano, ambos de la quinta de 1925. La primera cumplió 99 espléndidos años en agosto mientras que su coetáneo lo hará en noviembre. Acompañada de los alegres sonidos de las gaitas, parte de la corporación acudió a la cafetería Zelai, donde les esperaba esta altsasuarra rodeada de familiares y amigas. “Nunca sale sin sus tacones”, contaba su sobrina Olatz Aldaz, al tiempo que destacaba su vitalidad. “Vive sola y hace todo”. Viuda de Domingo Castro, no tiene hijos.

José Bergera, de 98 años, rodeado de familiares y parte de la Corporación. Nerea Mazkiaran

Clara Olmedillo Aldasoro, la otra homenajeada. Nerea Mazkiaran

La segunda parada fue en la sociedad Zubeztia. Allí estaba José Bergera, con sus tres hijos, algunos de sus 7 nietos y nietas así como sus cuatro bisnietos y su hermana. “Está bien de salud, todos los días salimos a tomar un cortado”, apuntó su hija Mª Ángeles. También comentaba que su padre, viudo de Mª Ángeles Ijurko, era una persona autónoma hasta la pandemia. Ayer también fue la comida homenaje a las personas mayores, con 114 comensales .