PAMPLONA. En el juicio por la okupación de Rozalejo han declarado como testigos seis agentes de Policía Foral, que redactaron los informes elaborados por el cuerpo policial sobre la ocupación "continuada" del edificio en distintos momentos.

Uno de los agentes ha comentado que la Policía Foral tuvo conocimiento de que había personas que deambulaban por el tejado del edificio a través de las redes sociales de los propios ocupantes. Según ha indicado, "el inmueble no reunía las condiciones de seguridad" para ello, ya que es "un inmueble antiguo, sin mantenimiento".

A su parecer, "el acceso al tejado podía suponer la caída de objetos a la vía", además de existir "riesgo de precipitación de personas, ya que en ningún momento en las imágenes se ve que utilicen medidas de seguridad alguna".

Además, ha afirmado que "existían riesgos estructurales porque realizaron obras tanto en el interior como en el exterior y riesgos de incendio porque utilizaron soldaduras eléctricas sin las medidas de seguridad adecuadas".

Otro de los agentes ha explicado que cuando entraron al edificio para su desalojo las personas que se encontraban encadenadas "no colaboraron" y "se negaron a que se les liberase", mientras que otros jóvenes fueron identificados y salieron por "su propio pie". Sobre los objetos que fueron retirados del edificio, ha explicado que, por ejemplo, se sacó material de construcción.

Asimismo, otro de los agentes que ha declarado como testigo ha contado que cuando accedieron al edificio en enero de este año encontraron, gracias a la colaboración de un perro, "un búnker parcialmente oculto" en el edificio, en el que había sacos, linternas, comida y agua, elementos que nos hacían pensar que estaba para permanecer algún tiempo".

También otros agentes forales han explicado en la vista cómo fue la identificación de varios de los investigados, algunos de los cuales se denominaron como portavoces en los medios de comunicación.