PAMPLONA. mientras los alcaldes de Vigo y Madrid pelean por ver a quién le brilla más la Navidad, Pamplona, ajena a este ridículo pulso y con una propuesta en comparación modesta, luce estas fechas una iluminación ambiciosa como nunca: un millón de puntos de LED y 118.580 euros de presupuesto, 33.800 más que en 2018 y un incremento del 40%, aunque el precio de licitación los útimos años era similar: 121.000 euros, IVA incluido. ¿Criticar este gasto atenta contra el espíritu de la Navidad y convierte al objetor en el señor Scrooge? ¿O es al revés y esto debería ir de otra cosa al margen de chispas y brillos superfluos? Con una ciudad encendida en Ensanches y Casco Antiguo, los comerciantes están contentos y piden más. Y los ecologistas no están contentos y piden menos. Luces y sombras de la Navidad.

iluminaciones ximénez

Licencia para iluminar

El proyecto de 2019

Iluminaciones Ximénez, de Puente Genil (Córdoba), ha sido la adjudicataria del alumbrado navideño en la capital navarra, contrato que abarca el alquiler del material, montaje, desmontaje y mantenimiento. Con presencia en los cinco continentes y culpable de iluminar a más de 600 ciudades, su responsable comercial de la zona norte, Ramón Zapata, destaca “la satisfacción de volver a iluminar una ciudad con tanta importancia a nivel nacional”, plaza que ya alumbraron en 2014. “Teníamos ganas de volver, tuvimos la suerte de ganar el concurso y aquí estamos”.

Su propuesta, delimitada por las condiciones del pliego de licitación, “se ha basado sobre todo en colocar elementos novedosos en las plazas Príncipe de Viana y Merindades. También hemos estrenado motivos en Carlos III y en la Plaza del Ayuntamiento, cuya fachada lleva unos elementos a juego con la plaza. Y otra plaza que ha quedado muy bien ha sido la Plaza del Castillo”, dice satisfecho con el resultado final. “La ciudadanía nos está transmitiendo que también está contenta. Parece que ha gustado el proyecto. Dicen que es el que más ha gustado de los últimos años, así al menos nos lo han transmitido”.

Los elementos novedosos son “por ejemplo las figuras en Merindades, que llamamos falso 3D. Son figuras en volumen con dos planchas enfrentadas, como el osito o el pino. También la bola de la plaza de la Libertad y los elementos de Carlos III, que combinan materiales como la madera, la parte vegetal y metacrilatos, que ambientan la calle de día”.

Por último, expone que han empleado sobre todo colores “blancos cálidos y dorados, combinados con toques de verde y blanco frío. Lógicamente hay notas de color en distintas calles, especialmente rojos y azules, pero predomina el blanco cálido dorado, es el que más se puede ver en toda la ciudad”.

‘apagón’ navideño

El órdago del comercio

Año 2007

Carlos Albillo, gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo -representa a 240 empresas-, recuerda que durante muchas décadas la iluminación navideña corría a cargo de los comerciantes de la zona. Hasta 2006. Aquel año invirtieron en torno a 70.000 euros y regaron las calles del centro con 160 arcos en altura. “Eran otros tiempos”, apunta Albillo, que reconoce que “nos costaba tanto dinero que no podíamos hacer ninguna otra actividad. Y ahora hacemos del orden de ocho o diez campañas a lo largo del año”. Al no poder asumir semejante inversión, en 2007 los comerciantes del Casco Antiguo se plantaron y lanzaron un órdago al Consistorio: “Les planteamos compartir gastos, pero no pudo ser. Y nosotros dejamos de iluminar”. Ese año no hubo luces navideñas en altura en el centro de la ciudad, pero Ayuntamiento y comerciantes sí se pusieron de acuerdo y compraron 400 figuras para adornar los establecimientos a pie de calle. Una inversión compartida (65% Ayuntamiento y 35% comerciantes) de la que todavía se saca provecho. Unas 100 se reparten en los comercios del Casco Antiguo, y las otras 300 viajan a distintos barrios a solicitud de los comerciantes.

¿Y hasta qué punto las luces contribuyen a las ventas? “Ayudan a crear ambiente, pero hay muchos más factores”, expone Albillo. Asegura también que “si preguntas a los comerciantes de cualquier zona, todos te dirán que quieren luces”. Y considera que “en Pamplona se ha ido mejorando la iluminación navideña. Se ha hecho un esfuerzo, pero no se tira la casa por la ventana y la inversión sigue siendo menor si la comparas con ciudades cercanas”.

“Todos queremos más, pero no nos vamos a quejar”, resume. De cara al año que viene, la propuesta de la asociación al Consistorio es “intentar que la iluminación llegue a más calles, aunque es responsabilidad municipal”. Y cita como ejemplos San Saturnino, la calle Eslava o Santo Domingo. “Lo positivo es que año tras año se ha ido recuperando la decoración de la ciudad”, finaliza.

martín azpilcueta

La calle brilla por su cuenta

Desde 1998

Como la iluminación del Ayuntamiento abarca Casco Antiguo y Ensanches, las calles Martín Azpilcueta y San Alberto Magno brillan por su cuenta. La primera con ocho arcos en altura. La segunda, con tres. Desde 1998, la asociación de comerciantes de la zona de Martín Azpilcueta invierte buena parte de su presupuesto en la iluminación navideña. De hecho, una de las razones para constituirse como asociación fue esa: crear ambiente navideño para atraer y retener a la clientela. “La iluminación buena, la que impacta y llama la atención, es la iluminación en altura”, afirma Inma Elcano, coordinadora de la asociación. “Si lo hacemos es porque atrae a la gente, eso está claro. Porque para la asociación supone un gasto importantísimo”, declara. Este año la asociación ha invertido el 18,65% de su presupuesto en las luces navideñas, un total de 5.850 euros. “Llama la atención, está preciosa. Si hace buen tiempo a la gente le gusta pasear y ver qué hay en las diferentes zonas”, dice.

El “deseo” de la Asociación es “que se puedan iluminar todas las calles”, opina Inma, quien no obsante reconoce que el Ayuntamiento “no ilumina, pero hace otras actividades” para fomentar el comercio local. Como novedad, y para completar la estampa navideña, este año los 42 establecimientos asociados de la zona decorarán sus tiendas con unas guirnaldas confeccionadas por los propios comerciantes.

Por su parte Fermín Danborena, presidente de la asociación de comerciantes de la Rotxapea, cuenta que hace al menos 20 años la antigua asociación El Salvador iluminaba Marcelo Celayeta. Ahora, al margen de las figuras que les cede el Ayuntamiento, no hay nada de nada. “La vaca no da leche para todos y a los barrios nos tocan las migajas”, dice. Igual que en Martín Azpilcueta, explica que el Consistorio colabora con un tío vivo, una chocolatada o un fotocall. Pero pide “luz en condiciones. En la Mesa de Comercio pedimos guirnaldas. Sería un detalle”, opina.

medio ambiente

“Derroche energético”

Las críticas

El premio Nacional de Medio Ambiente Julen Rekondo alertaba el pasado jueves en las páginas de este periódico del “derroche energético y el impacto ambiental que supone este tipo de ornamentación”. Rekondo señala que las lámparas LED “provocan una contaminación lumínica mucho más peligrosa que las lámparas convencionales, porque tienen mucha más emisión en el espectro azul, que es la que genera mayor problema para la biodiversidad, afectando a las aves”. Igualmente, censura que “una de las razones principales por las que se realiza este encendido de luces es para fomentar el consumo en las fechas navideñas. Este consumo está enmarcado en un modelo en el que se produce una sobreexplotación de los recursos y una generación insostenible de residuos. Si continuamente se pide que en nuestras casas solo utilicemos la luz que necesitamos, por qué no vamos a hacer lo mismo en nuestras ciudades y municipios”. Las opiniones, como las luces, de todos los colores.

en corto

Farolas, calles y plazas. El contrato incluye la decoración de las farolas de Conde Oliveto, avenida del Ejército, Yanguas y Miranda y Baja Navarra. Y se han colocado 162 arcos calles del Casco Antiguo y los Ensanches: Estafeta, San Nicolás, San Gregorio, Zapatería, Mayor, Comedias, Pozoblanco, Chapitela, Mercaderes, Mañueta, Curia, Navarrería, San Antón, Paulino Caballero, Amaya, Tafalla, Gorriti, Castillo de Maya, San Fermín, García Ximénez, Tudela y Paseo Sarasate. También la plaza de la Libertad, las fuentes de Príncipe de Viana y Mercaderes y la fachada del teatro Gayarre. El pliego declaraba zonas de “libre creación” la fachada del ayuntamiento, la plaza Consistorial, Carlos III y la Plaza del Castillo.

Proyecto y montaje. Para elaborar “un proyecto grande de una ciudad importante como Pamplona”, explica Zapata, los departamentos de diseño, técnico y de proyectos invierten entre dos y tres semanas “pensando en qué distribución hacer, viendo los tamaños que más se pueden adecuar a los distintos emplazamientos, preparando las memorias técnicas, planos, cuadros de potencia, etc.”. La instalación ocupa a tres equipos de tres personas, además de un encargado, durante seis semanas.

30 euros consumo/día. Se emplea 100% tecnología LED, con un gasto total eléctrico previsto de 1.118 euros, algo menos de 30 al día. Desde 2003 se ha logrado disminuir más de un 90% el consumo eléctrico.

Evolución precios. En 2014 el contrato se adjudicó por 68.522 euros, el mismo precio que en 2015. En 2016 fueron 97.889 euros, mientras que en 2017 y 2018, con contrato prorrogado, fueron 84.700 euros. Y este año son 118.580 euros.

A años luz de Vigo y Madrid. Por comparar, Madrid ha invertido más de 3 millones de euros en el alumbrado. Y Vigo se ha gastado 800.000 euros para instalar 10 millones de luces LED e iluminar 334 calles.

39 días de encendido. Desde 2004 el 29 de noviembre, día del patrón San Saturnino, es la fecha del encendido. Y se apaga el 6 de enero. Se enciende de 17.45 a 21.30 horas, los viernes y sábados se apagan a medianoche y las vísperas de los días navideños (24, 31 y 5), el horario se mantendrá hasta la 1.45 horas.