PAMPLONA. Participantes de los tajos de Confección y Tapicería del Ayuntamiento de Pamplona están confeccionando mascarillas en los talleres de Consistorio en la calle Monasterio de Fitero. Con el stock actual de 70 metros de tela, mezcla de algodón y poliéster, prevén sacar adelante 1.750 mascarillas reutilizables para el personal de Servicios Sociales u otras áreas municipales, o para los residentes de apartamentos tutelados municipales que las necesiten.

Por el momento no son mascarillas profesionales desde el punto de vista sanitario, aunque sí sirven de primera barrera ante secreciones respiratorias. Las mascarillas están preparadas para poder incluir filtros de carbono cuando estén disponibles, lo que incrementaría su nivel de protección, ha informado el Ayuntamiento.

Durante su jornada una peona del tajo de Confección y la responsable de este servicio, junto con otras dos peonas del tajo de Tapicería, se encargarán de cortar la tela, coserle la goma de sujeción ('gomas de confección') y acabar las piezas con 'cinta de bies' fabricadas en poliéster. Posteriormente el Parque de Desinfección del Ayuntamiento de Pamplona se encargará de lavar y secar las mascarillas y devolverlas a Monasterio de Fitero, donde se embolsarán para remitir a las áreas municipales que las precisen.

Cada unidad llevará instrucciones de uso que han sido impresas por el tajo de Encuadernación. Todo este procedimiento ha sido coordinado por el Servicio de Prevención Riesgos Laborales del Ayuntamiento de Pamplona.

El proceso de confección se ha grabado en un video, a modo de tutorial digital, protagonizado por Edurne Sánchez Ruiz, responsable del tajo de Confección. Desde esta mañana el audiovisual con instrucciones está disponible en la url https://www.pamplona.es/coronavirus. Para cada mascarilla es necesaria una superficie de tela de 32 x 18 cm y de 42 a 50 x cm de tira de goma para fijarla al rostro; la decisión sobre el acabado es opcional. Aunque en el tajo municipal se utilizan máquinas de costura industrial, la confección puede hacerse también con máquinas de costura ordinarias e, incluso, a mano.

Esas servirían como barrera inicial ante secreciones respiratorias y pueden reutilizarse siempre que en su lavado se alcance los 60 grados e incluya la lejía. A la hora de colocárselas y retirarlas del rostro hay que tomar todas las precauciones posibles para no entrar en contacto con la tela y realizar un buen lavado o desinfección de manos, tanto antes, como después de la operación.

Dependiendo de las necesidades que se vayan detectando, el Consistorio no descarta ponerse en contacto con proveedores o tiendas de textil, ahora cerradas, que pueden contribuir a esta iniciativa.