PAMPLONA. El Ayuntamiento de Pamplona va destinar más de un millón de euros no contemplados en el presupuesto municipal inicial de este año para hacer frente a las necesidades urgentes de la ciudadanía de carácter social ocasionadas por la crisis sanitaria del coronavirus.

La concejala delegada de Servicios Sociales, María Caballero, ha explicado este martes en la Comisión de Asuntos Ciudadanos que la mayor parte del gasto extraordinario se ha destinado a atender el aumento de solicitudes de la convocatoria de ayudas de emergencia, a los nuevos recursos para cubrir las necesidades de alojamiento y alimentación o a los equipos de protección de los más de 385 profesionales que trabajan para poder atender todas las necesidades.

En una nota, el consistorio traslada que si se calcula que la situación actual se mantuviera similar hasta final de año, la cantidad para atender todas las necesidades que tendría que destinar el Consistorio pamplonés alcanzaría 1,7 millones de euros.

En ello se incluye la atención de personas sin hogar, el alojamiento del resto de personas en pensiones, la convocatoria de ayudas de emergencia, el aumento de demanda de alimentación en el Servicio de Atención a Domicilio y el del comedor municipal, los gastos de desinfección, otros gastos de alimentos y el refuerzo de la plantilla con nuevos profesionales.

El Área de Servicios Sociales fue declarada servicio esencial en el marco del estado de alarma y para garantizar la atención necesaria y la seguridad de las personas trabajadoras se ha modificado la forma de prestar los servicios organizando nuevos horarios y primando la atención no presencial siempre que es posible.

En la comparecencia, la concejala ha recordado que es "un momento de dificultad social especialmente acuciante, en el que la población vulnerable se ve doblemente amenazada", como lo demuestra que entre el 23 de marzo y el 31 de mayo se han cerrado citas en las unidades de barrio para tramitar 1.067 solicitudes de renta garantizada y más de 200 ayudas de emergencia.

Desde que se declaró el estado de alarma, se han incrementado en más de un 60 % las ayudas económicas de la convocatoria de emergencia para dar cobertura a las necesidades básicas de alimentación, alquiler o suministros de luz, agua y gas.

De los recursos vinculados con la alimentación, el comedor social, que están entregando la comida en envases de plástico para mantener las distancias de seguridad, ha aumentado los servicios en un 30 % (de 50 a 65 personas diarias atendidas), el mismo porcentaje que las demandas nuevas provenientes del Servicio de Atención a Domicilio (SAD).

En el caso del SAD frente a ese incremento, seguramente por miedo a salir a la calle a hacer la compra, ha disminuido el número de personas usuarias que quieren ayuda diaria en sus casas con el fin de permanecer totalmente aisladas.

Para garantizar la atención de urgencias sociales, incluso en los días festivos de Semana Santa, se puso en marcha un equipo de más de siete profesionales multidisciplinares, psicólogos, trabajadores sociales y educadores que atendieron 48 casos.

Otros ejemplos de nuevas iniciativas por la crisis sanitaria son el seguimiento realizado a personas mayores, mujeres víctimas de violencia de género y a unidades familiares con menores en desprotección o la entrega de 150 EPIS a residentes de los apartamentos municipales.

También, con el inicio de la crisis sanitaria, el Ayuntamiento de Pamplona impulsó nuevos recursos de alojamiento orientados principalmente a familias con menores, parejas sin hijos, jóvenes que son expulsadas de sus viviendas, personas que salen de altas hospitalarias, terapéuticas o excarcelación; o quienes han perdido la vivienda o se encuentran en situación de calle por tránsito entre poblaciones.

Con ellos se han atendido un total de 155 personas que han necesitado alojamiento de forma urgente, y la ocupación actual es de 133 personas.

Se ha puesto en marcha el albergue turístico y de peregrinos Jesús y María al estar completo el de Trinitarios para atender diariamente a 40 personas sin hogar (desde que se abrió el 23 de marzo han sido 48 en total).

Y como centros de acogida provisional para personas en situación de emergencia social están actualmente el albergue de peregrinos Casa Paderborn, y la residencia de estudiantes del antiguo convento de María Auxiliadora en el barrio de la Txantrea. También se han incorporado varias pensiones, con lo que se suman 95 personas atendidas.

Entre las inversiones ocasionadas por la crisis sanitaria se encuentran la adquisición de EPIS y medidas de protección de la salud de los profesionales del área (mascarillas, guantes, termómetros, trajes y pantallas), iniciativa acompañada del impulso para que a estos profesionales se le reconociera su prioridad para las pruebas diagnósticas.

También han cambiado su contenido de trabajo otros recursos sociales municipales como los tajos que han estado elaborando mascarillas o las escuelas taller que han producido pantallas de metacrilato y dispositivos non touch (sin contacto).

Además, se ha creado un centro de apoyo en la nueva Unidad de Barrio de Lezkairu con 12 profesionales del ámbito social y educativo para apoyar en el trámite de prestaciones y en los seguimientos a la ciudadanía y otros 14 profesionales han pasado a reforzar la atención en las unidades de barrio.

De manera paralela, Acción Comunitaria está apoyando la coordinación de unidades de barrio, centros de salud y redes de iniciativa vecinal para atender a quienes no pueden salir a la calle.