- Las obras de la calle Amaya están en su recta final, pero todavía no se han terminado y el cierre parcial de la calle ha generado confusión en los cruces con la Baja Navarra y Emilio Arrieta. El concejal delegado de Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sosteniblidad de Pamplona, Fermín Alonso, aseguró ayer que el retraso se debe a que “con la lluvia de estos días no se ha podido pintar”. Las obras arrancaron el pasado miércoles día 3 y según el Ayuntamiento de Pamplona iban a durar una semana. La semipeatonalización de la calle Amaya, por lo tanto, debía haber finalizado en la jornada de ayer.

Los operarios ya han colocado una señalización vertical en las distintas entradas a la calle Amaya en la que se prohibe el paso excepto a residentes de la calle Amaya, calle Leyre y calle Teobaldos. La semipeatonalización también permite la entrada de los usarios de los párkings de Carlos III, Plaza de Toros y Plaza del Castillo. Además, podrán transitar por la calle Amaya los vehículos que tengan que hacer carga y descarga, los servicios de emergencia y los residentes del Hotel Leyre. Los operarios también han pintado señales horizontal de prohibido el paso.

La calle Amaya ha pasado de tener dos a un carril y para delimitarlo se han pintado líneas contínuas blancas, se han colocado pivotes rohos con franjas blancas reflectantes en la parte superior y unas macetas.

Algunos conductores no tenían claro qué hacer cuando llegaban a la calle Amaya, sobre todo en el cruce con Emilio Arrieta. Sin embargo, Fermín Alonso asegura que “es normal que haya equivocaciones” durante los primeros días y avanza que “la Policía Municipal va a estar varios días indicando los cambios”.

El principal problema está en que si se vienen por la calle Emilio Arrieta, el conductor no se encuentra con una señalización vertical que le avise de la prohibición, señal que sí se observa si se accede por la calle Juan de Labrit. Otro problema es que cuando los coches circulan por calle Olite, por costumbre, giran a la derecha y provocan algún atasco.