- Los albergues del Camino de Santiago de la ciudad, como muchos otros sectores, también se han visto afectados por el coronavirus. Después de cinco meses cerrados a causa del confinamiento, una vez se les presentó la opción de abrir tuvieron que hacerlo con una reducción de aforo del 50% y preparados para cumplir con las medidas estipuladas. Para ello, algunos colocaron mamparas de metacrilato a modo de separación en algunas zonas comunes y otros tuvieron que clausurarlas. Asimismo, instalaron dispensadores de geles hidroalcohólicos y cerraron las cocinas para garantizar la seguridad de los huéspedes.

La poca afluencia de turistas este verano está pasando factura en el hospedaje. Algunos como el Albergue plaza Catedral o el Albergue Xarma Hostel se han planteado bajar la persiana "si la situación no mejora".

El Albergue de Pamplona, situado en la calle Carmen del Casco Viejo, pasó de tener 24 camas a ofertar 12. "Lo normal en agosto sería tener las 24 camas llenas y con reservas para más adelante. Ahora tenemos la mitad y no conseguimos llenarlas. Ayer solo vinieron ocho personas", explicó Natalia Epalza, responsable del Albergue de Pamplona.

Natalia está pasando por una situación complicada. Para ella y para la mayoría de los albergues, la temporada alta comenzaba el 15 de marzo y se extendía hasta mediados de octubre. "Otros años trabajábamos dos, pero ahora no puedo mantener a nadie en nómina", destacó. Natalia confesó que se ha planteado cerrar en varias ocasiones. "Pero tenemos que seguir trabajando para poder pagar las deudas", recalcó.

Estos meses están siendo difíciles y "la gente a veces no ayuda". En julio, nada más abrir, llegaron dos mujeres polacas al albergue. "Cuando les expliqué que tenían que limpiarse los pies, desinfectarse las manos y utilizar la mascarilla me dijeron que eran demasiadas cosas. Se dieron la vuelta y se fueron", recordó Natalia aún asombrada.

Cuando un peregrino llega al albergue se le toman, además de sus datos, la temperatura. "Un señor francés dio 37,8 grados y, por precaución, tuve que decirle que se fuera. Dejó de hacer el camino y se volvió a su casa, vivía cerca, así que no tuvo problema", apuntó.

Desde que abrieron, la mayoría de los peregrinos viene de otras comunidades autónomas, pero también se animan algún que otro italiano o alemán. "Entiendo que hay miedo porque viene menos gente", destacó.

José Vicente, vecino de Armintza, Bizakia, ha decidido hacer el Camino y se alojará en el albergue de Natalia. Salió de Roncesvalles con la idea de llegar a Logroño y, después de unos días de recuperación, continuará hasta Burgos. "Este año no tendré mucho tiempo para llegar a la catedral, pero la próxima vez saldré de Burgos hasta Santiago", apuntó José.

El complicado momento por el que pasa el Albergue de Pamplona no es un caso aislado: varios albergues están planteando cerrar en septiembre.

Pocos ingresos

Posibles cierres

En el Albergue Plaza Catedral están teniendo una ocupación del 25%. Desde su inauguración en 2015 han contado con 45 camas y ahora ofertan 23. "Desde que abrimos el 21 de julio, no hemos conseguido llenar ningún día esas 23 camas", manifestó Jimmi, responsable del Albergue Plaza Catedral.

Los pocos ingresos que están teniendo en estos momentos y la incertidumbre respecto al año que viene, han hecho que se replanteen seguir abiertos. "Cuando se acaben las vacaciones de verano, me temo que lamentablemente nos tocará cerrar la puerta porque no viene ningún extranjero ni tampoco se le espera", contó Jimmi decepcionado.

Desde el albergue explicaron que lo único que quieren es poder trabajar. "Pero si no hay turistas sería una tontería estar abiertos. Nos da miedo la situación a futuro, porque no tiene pinta de que mejore", agregó.

En estos momentos, el Albergue Hostel Hemingway se encuentra permanentemente cerrado y el Albergue Casa Paderborn no abrirá hasta marzo de 2021. De igual manera, el Albergue Xarma Hostel, a pesar de que lleva abierto desde 2013, también ha pensado en bajar la persiana. "Nos está costando llenar las 11 plazas que tenemos. Si seguimos así, tendremos que cerrar", declaró Gorka Martínez, encargado del albergue.

En el Albergue Casa Ibarrola sucede lo mismo. Su responsable, César Garralda, expresó entre risas a pesar de la dura situación: "Tenemos plaza para 15 personas, pero con que vengan siete ya nos damos con un canto en los dientes". Aun y todo, César se siente agradecido por seguir trabajando. "Al menos nos sirve para cubrir unos pocos gastos".

Desde el Albergue Aloha Hostel coinciden en que no se pueden plantear el cierre. "Tenemos que seguir pagando facturas y siempre habrá alguien que venga. Aunque sea un poquito, hay que ingresar", expresó Mikel Casado, responsable de Aloha Hostel.

Por otro lado, el Albergue Municipal Jesús y María, anteriormente tenía cabida para 112 huéspedes y ha reducido sus camas a 56. Mari Carmen Urtea, responsable del establecimiento explicó: "Desde que abrimos el 1 de julio solo hemos llenado todas las plazas en dos ocasiones. Normalmente solemos tener una media de 25 personas por noche".

Albergue de Pamplona. Antes24 camas ahora 12. Una media de 7 personas por noche.

Albergue plaza Catedral. Antes45 camas ahora 23. Una media de 6 personas por noche.

Xarma Hostel. Antes22 camas ahora 11. Una media de 6 personas por noche.

Albergue Casa Ibarrola. Antes20 camas ahora 15. Una media de 5 personas por noche.

Aloha Hostel. Antes23 camas ahora 11. Una media de 10 personas por noche.

Albergue Jesús y María. Antes112 camas ahora 56. Una media de 25 personas por noche.

Albergue Casa Paderborn.Cerrado hasta marzo de 2021.

Hostel Hemingway. Cerrado permanentemente.