El Ayuntamiento de Pamplona, dentro del plan de contención de plagas, viene aplicando diferentes tratamientos ecológicos contra la 'cydalima perspectalis', más conocida como la polilla del boj, una especie invasora de origen asiático.

En base a los resultados obtenidos en inspecciones semanales se aplicarán en las borduras de mayor entidad de boj de la ciudad 'nematodos entomopatógenos', unos organismos invertebrados -inocuos para el ser humano- que se usan en el control biológico de larvas de coleópteros.

Además, el Consistorio, previa firma de convenio con dos empresas fabricantes, está testando "productos de confusión sexual" en varias aplicaciones sobre el arbusto, la última de ellas en el mes de agosto. Estos productos son una biotecnológica basada en emitir al ambiente de feromonas sintéticas de la plaga que alteran su ciclo reproductivo, ha explicado el Consistorio pamplonés en una nota.

Esta polilla, presente desde 2013 en Pamplona, fue especialmente fecunda en 2019, posiblemente por las temperaturas templadas que favorecieron su ciclo reproductivo. Por ello, durante este año se han combinado tratamientos de extractos de plantas con efecto inhibidor en habito alimenticio de las larvas, insecticidas biológicos y aceite fitofortificante, un compuesto que incrementa las defensas naturales de las plantas.

Según han señalado desde el Consistorio, estos tratamientos, junto un clima menos favorable para la reproducción de la oruga, y a la ocupación de cajas nido con depredadores naturales, ha tenido efectos positivos en la lucha contra la plaga.

En estos momentos, la captura en las trampas de feromonas, que a su vez sirven para monitorear la presencia y evolución de la plaga, muestran una disminución de aproximadamente un 90% de ejemplares capturados respecto al año pasado (datos sobre el periodo estival previo a la aparición repentina de la mariposa). Además, no ha eclosionado la oruga de segunda generación (el año pasado hubo hasta tres generaciones completas).

El Servicio de Jardines, que va realizando durante el año el seguimiento de diferentes poblaciones de boj y analiza la evolución de la plaga, ha constatado que la procedencia de la mayoría de las polillas es externa, dada la gran cantidad de este arbusto presente en zonas forestales de la cuenca de Pamplona y la movilidad de la 'cydalima', que puede llegar a los 30 kilómetros de recorrido longitudinal. Por ello, los ejemplares estarían avanzando desde superficies forestales cercanas, a través de los municipios más próximos a esas masas.

En todo caso, el Servicio de Jardines apunta que existen setos de boj en la ciudad que ya han sido atacados en reiteradas ocasiones y cuyas plantas no presentan suficiente capacidad de rebrote, por lo que se está barajando que en algunas localizaciones se sustituya el boj por especies alternativas, un criterio que ya se está poniendo en práctica en otras zonas europeas basándose en resultados de estudios realizados a pequeña escala.