Representantes de los 8 equipos preventivos de los barrios de la ciudad se han reunido esta mañana para denunciar la decisión del Ayuntamiento de Pamplona que, en el pleno y gracias a los votos de Navarra Suma y el PSN, ha decidido rescindir sus contratos. A partir del 1 de enero el Consistorio asumirá sus labores, destinadas a proteger la infancia y la adolescencia, a través de personal contratado y un programa denominado Coworkids.

Tal y como denuncian los colectivos, esta decisión supone un ataque directo contra los colectivos con los que trabajan, que son también los más vulnerables, y con los que han tejido redes durante más de dos décadas gracias al trabajo comunitario que se viene realizando en los barrios, con los vecinos y las vecinas y con personas voluntarias. Tanto EH Bildu como Geroa Bai presentaron ayer una enmienda para tratar de revertir esta situación, que vienen denunciando desde hace días y que ha cosechado el apoyo de más de 200 entidades y colectivos, pero ayer no fue posible.

"Ayer en el Pleno Municipal decían Maite Esporrín (PSN) y María Caballero que hay que evolucionar y modernizarse y de ahí el cambio de modelo. Lamentamos decirles que ese modelo ya lo conocemos, es volver a inicios de los 90, donde las unidades de barrio aplaudían la capacidad de integración de chavales en dificultad que teníamos las asociaciones de los barrios, pero echaban de menos disponibilidad del voluntariado para hacer seguimiento personalizado de cada niña/o familia, una formación adecuada para atender educativamente situaciones problemáticas€ De ahí salió la idea de que había que fortalecer a las asociaciones para que tuvieran personal técnico que apoyara su labor. Y fue un éxito. Porque no fue solo eso, sino comprobar como en la protección, no solo se aumentaba la capacidad de atención por tener trabajadores en los barrios, sino que las organizaciones contratantes se comprometían con la Protección, en la línea de lo que marca la Convención de los derechos de la infancia, extendiendo el sistema de protección de la infancia allá donde la administración no llegaba. Un éxito tan grande, que ha ido extendiéndose por Pamplona, y que como la técnica municipal del área de Acción Comunitaria reconoce, ha sido referencia de comprometer en la protección a la adolescencia y juventud en otros pueblos y ciudades", han leído los colectivos en su comunicado de protesta esta mañana.

"Tiene razón Maite Esporrín cuando dice que las asociaciones van a seguir. Existíamos y educábamos antes de tener trabajadores, y lo haremos ahora. Pero no tiene razón cuando dice que podremos seguir colaborando como hasta ahora. ¿Cómo quiere que lo hagamos sin trabajadoras/es?", denuncian, y señalan que con el nuevo modelo se rompe la universalidad del servicio. "Ya no podremos seguir incorporando a los grupos de tiempo libre a todo chaval y familia que lo desee, dependerá de las fuerzas. Ya no podrán ser 300 o 600 participantes/año por barrio como hasta hora.

Se dinamita la calidad del servicio. Ya no podremos ser tan exquisitos en el cuidado, sobre todo de la chavalería en dificultad social". Ya no van a poder seguir siendo "los únicos entornos diversos y seguros que tiene el Ayuntamiento. Se rompe la dinamización de las redes en los barrios que hacíamos, se acabó el trabajo técnico conjunto que hacíamos con diferentes áreas municipales. En definitiva, el Ayuntamiento ha perdido la participación comunitaria en su sistema de protección", critican.