- Las temperaturas estas últimas jornadas están siendo heladoras en Pamplona con máximas que, en el mejor de los casos, apenas superan los 5ºC y con noches gélidas en las que el mercurio ha descendido hasta los -5ºC. Además, las predicciones meteorológicas auguran copiosas nevadas desde esta próxima madrugada y durante todo el fin de semana. Por eso, tanto el Centro de Atención a Personas Sin Hogar del Ayuntamiento de Pamplona, ubicado en la avenida de Guipúzcoa a la altura del Parque Trinitarios, como el albergue de peregrinos Jesús y María, en la calle Compañía, han activado el plan de emergencia de invierno.

Rubén Unanua, de la Fundación Xilema y responsable del Centro de Atención del Consistorio, comenta que han habilitado 7 plazas para personas que no tengan una vivienda, un espacio caliente donde pernoctar en estas noches de ola de frío. En Trinitarios, las personas cenan y desayunan y pueden estar en las instalaciones municipales desde las 20.30 horas hasta las 10.00 horas de la mañana siguiente. Rubén matiza que en otros inviernos, sin la pandemia de la covid-19, "se activaba el protocolo diurno que les permitía quedarse a comer y a pasar el día siempre que la temperatura máxima no fuera superior a los 3ºC". Sin embargo, por protocolo de seguridad para evitar la propagación del coronavirus, este invierno no se permite la estancia diurna: "No hay sitio suficiente para todo el mundo en el comedor y en los baños. Además, no es recomendable que haya tanta gente y durante tanto tiempo en un espacio cerrado", explica Rubén.

La covid-19 también ha provocado que el Centro de Atención a Personas Sin Hogar del Ayuntamiento de Pamplona oferte un menor número de plazas. "Antes de la pandemia, ofertábamos 64 plazas y ahora 50. Hemos reducido 14 por protocolo de seguridad", asegura Rubén. De esas 50 camas, la mitad, 25, son para personas itinerantes que están de paso por la ciudad. A día de hoy, Rubén informa de que solo hay una libre y que las otras 24 están ocupadas.

En segundo lugar, pueden ofrecer alojamiento a 18 personas empadronadas en Pamplona, o que lleven viviendo más de un año en la ciudad, y que desgraciadamente no cuenten con una vivienda. En la actualidad hay 6 vacantes. Las 7 plazas restantes se reservan para olas de frío intensas como las que estamos padeciendo estos días. En este caso, no hay ninguna disponible. Por lo tanto, de las 50 plazas que oferta Trinitarios 43, el 86%, ya están ocupadas.

Este centro está dirigido a personas sin hogar de entre 18 y 65 años que vivan en Pamplona o están de paso en la ciudad, que no tengan ni vivienda ni trabajo y que se encuentran en una situación de exclusión social severa motivada por distintos factores como la pobreza extrema, adicciones, falta de red familiar, problemas con la justicia o enfermedad.

jesús y maría, alternativa

En caso de que el centro de Trinitarios se llene, las personas sin hogar pueden acudir al albergue de peregrinos Jesús y María. Dispone de 112 camas, 40 de ellas para personas que no tienen un lugar donde poder pernoctar en la calle ante las limitaciones horarias impuestas con el toque de queda y para no sufrir a las noches el frío de estos días. Para estos casos, el albergue abre entre las 20.30 horas y las 8.30 horas. En estos momentos, de las 40 plazas, más del 75%, 32, están ocupadas. Por lo tanto, solo quedan 8 plazas libres.

Si ambos servicios municipales se ocuparan, Rubén apunta que "se pondrían en marcha los vales de pensiones". Si se diera el caso, las personas sin hogar dormirían en la pensión Eslava, en la calle Hilarión Eslava, o en la pensión Aloha, en la calle de Sangüesa. Con todas estas opciones, Rubén asegura que es "muy difícil" que haya personas durmiendo en la calle estas noches. "Siempre hay gente en algún cajero o coche, pero seguramente será porque no quieren recibir esa ayuda", incide.

casi sin plazas

El perfil de gente es "el de todos los inviernos, gente que se ha quedado en situación de calle porque ha perdido su trabajo y ha agotado todas las ayudas y ahorros de los que disponía".

Además, en este invierno, "hay casos puntuales" de personas que han perdido su trabajo por culpa del coronavirus: "Todavía son poquitos, pero este tipo de casos tardan en llegar. Ya lo vimos con la anterior crisis, que aparecieron años después", recuerda. "La gente que ha perdido su trabajo aún tiene recursos familiares, ahorros y ayudas que los va quemando para no quedar en situación de calle. Aún estamos en la punta del iceberg", avisa.

A pesar del aumento de casos en la ciudad, asegura que "por ahora no estamos desbordados. Tenemos un pequeño margen entre los dos servicios municipales de 15 plazas, pero aún queda mucho invierno", lamenta el trabajador.