Pese al criterio de todos los directores de las escuelas infantiles de Pamplona, que en una decisión sin precedentes han elaborado un manifiesto conjunto en contra de los cambios previstos por el Ayuntamiento; contra la opinión de los técnicos que trabajan día a día en los centros, que desaconsejan expresamente la mezcla de tres idiomas en edades tan tempranas; y frente a las demandas de una parte importante de la población, que sigue reclamando más plazas en euskera, Navarra Suma y PSN han aprobado en el Pleno de este jueves la reestructuración de los modelos lingüísticos para el curso que viene.

De nada han servido las recomendaciones de los expertos ni las protestas ciudadanas, como la convocada esta tarde en la plaza Consistorial mientras se desarrollaba la sesión en la que se iba a dar luz verde a los cambios contra el euskera.

La mayoría municipal vigente desde la aprobación del Presupuesto ha sacado adelante la propuesta que supone una reducción de las plazas en euskera y la introducción de actividades en inglés en este modelo. EH Bildu y Geroa Bai se han opuesto al entender que la medida va en contra de los criterios pedagógicos.

Así, sólo 1 de los 13 centros municipales contará con el modelo de inmersión lingüística en euskera y en otros 3 centros (Rochapea, Buztintxuri y Milagrosa) se ofertará para el año que viene la educación en euskera y castellano. En el caso de estos dos últimos centros, también habrá actividades en inglés.

El concejal delegado de Educación Fernando Sesma ha reconocido que la oferta para el próximo curso supone el aumento progresivo de las plazas ofertadas tanto en castellano como en euskera que incluyan las actividades en inglés, de tal manera que éstas superarán ya en número en el curso 2022-2023 a las ofertadas en un único idioma.

El representante de Navarra Suma ha comentado que ahora las familias tendrán libertad de elección real, que se cumple con la demanda recogida en una encuesta elaborado por el Ayuntamiento y que habrá cinco centros con plazas en euskera, cuatro de ellos con actividades en inglés.

Sesma ha dicho que la nueva estructura que arranca el próximo curso en Hello Buztintzuri y en Fuerte del Príncipe-Printzearen Harresi ya está en funcionamiento en el centro de Goiz Eder, y está previsto que a corto-medio plazo se ponga también en marcha en la futura escuela de Lezkairu, pendiente de construcción.

Joseba Asiron (EH Bildu) ha centrado sus críticas en el PSN, a quien ha acusado de entregar el euskera a la derecha y de incumplir su compromiso para que la oferta de las escuelas infantiles respetara la demanda, lo que en su opinión no se ha producido: "Se han hecho responsables de las políticas de la derecha y han preferido romper la dinámica que llevábamos las formaciones progresistas".

En el turno de réplica, Asiron ha hecho alusión a su conocimiento en inmersión lingüística y explicó los inconvenientes pedagógicos que supone un modelo mixto del Ayuntamiento para el uso del euskera.

Por parte de PSN ha intervenido Maite Esporrín, que ha comenzado su intervención aludiendo a los cambios que introdujo el cuatripartito en las escuelas infantiles. La concejal socialista defendió los cambios introducidos al entender que suponen ampliar la oferta en euskera y posibilita que los menores puedan continuar con la enseñanza en esta lengua en estudios superiores.

El último de los portavoces en intervenir fue Patxi Leuza (Geroa Bai), que calificó de "impresentable" el nuevo modelo por la discriminación que supone para una parte de la población y para los barrios de la zona sur y se mostró confiado en que esta "euskarofobia" sea superada.

El debate comenzó con la intervención de una trabajadora de escuelas infantiles (Edurne Lekunberri) y de un representante de las familias (Íñigo Ochoa), en ambos casos muy críticos con los cambios y el nuevo modelo lingüístico introduciendo el inglés.