El alcalde Enrique Maya sigue sin tomar una decisión definitiva sobre la suspensión de los Sanfermines pese a los datos sanitarios aportados por el Gobierno de Navarra.

La reunión celebrada este jueves entre representantes del Ejecutivo foral y de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) no ha servido para despejar las dudas del alcalde de Pamplona, uno de los participantes.

Antes de iniciarse la reunión, Maya ha asegurado en la puerta del Palacio de Navarra que la información que iba a recibir determinaría la decisión definitiva, aunque descartó un anuncio inmediato con el argumento de que debe consultarlo previamente con su equipo de Gobierno y con el resto de grupos municipales.

Al término de la cita, que se prolongó durante más de dos horas, Maya ha comentado que valorará los datos que se dieron a conocer antes de anunciar lo que todos los pamploneses ya tiene asumido desde hace tiempo: que en 2021 tampoco habrá Sanfermines.

"Ha sido una reunión según lo esperado, explicando la situación general y la visión que tiene el Gobierno. Cada localidad es diferente, en unas se celebran las fiesta antes y en otras después, y ha quedado claro la dificultad de que haya fiestas como las de antes. También ha quedado claro que el Gobierno respeta las competencias municipales y en breve tomaremos la decisión que proceda".

Sobre el contenido de la reunión, el Gobierno foral ha comunicado a los representantes municipales que no se dan las condiciones para programar actos festivos durante el verano con motivo de los festejos patronales.

Las dos partes representadas en la reunión han acordado elaborar un protocolo entre que recoja lo manifestado esta tarde.

La reunión se ha celebrado en el marco de la Comisión foral de Régimen Local con un tema único en el orden del día: analizar la situación pandémica ante la celebración de las fiestas patronales en el verano.

Participaron el consejero de Interior Javier Remírez, la consejera de Salud Santos Induráin y los director generales de Administración Local, Salud e Interior.

Por parte de la FNMC acudió su presidente Juan Carlos Castillo. Además del alcalde Pamplona, también estuvieron los regidores de Ansoáin (Ander Oroz), Valle de Aranguren (Manolo Romero), Marcilla (Mario Fabo) y Aoiz (Ángel Martín Unzué). En representación de los concejos estuvo Mikel Landabere, de Aurizberri-Espinal.

Rodeado de un nutrido grupo de periodistas que le esperaban a la salida de la reunión, el alcalde de Pamplona también ha comentado que "si no hay Sanfermines, lo que no vamos a hacer es un paripé de Sanfermines. Lo primero es la salud y lo que me toca ahora es valorar la decisión final. Todos tenemos claro que no va a ver en Pamplona fiestas como las hemos conocido hasta 2019".

Las autoridades sanitarias no tienen dudas sobre lo qué hay que hacer.

El director general de Salud, Carlos Artundo, fue contundente ayer miércoles al afirmar que vista la evolución de la cuarta ola tampoco habrá fiestas en las localidades navarras este verano: "Hay que entender que es imposible celebrar fiestas en las que se den aglomeración de personas. Tenemos que evitar que se repitan los mismos errores".

Desde el legislativo, el mensaje es el mismo. En la sesión parlamentaria celebrada este jueves, los grupos se han mostrado contrarios a que este verano se celebren fiestas por el actual contexto de pandemia y en medio del proceso de vacunación, aunque con matices en el caso de Navarra Suma exigiendo al Gobierno foral más concreción sobre los datos sanitarios.

En Pamplona, la decisión sigue en el aire. El alcalde Maya ha evitado hasta ahora pronunciarse con claridad, planteando diferentes escenarios cada vez que le preguntaban por la cuestión, lo que no ha parado de suceder de un tiempo a esta parte.

Fue él quien adelantó este lunes la convocatoria de la reunión con el Gobierno de Navarra, sobre la que dijo que podía ser clave para conocer si se podrán celebrar las fiestas o no. Comentó que esperaba recibir "datos" y "certezas" para tomar una decisión sobre los Sanfermines.

El alcalde señaló que ha sido "prudente" para no hacer caso de "esta especie de fiebre suspendedora de los Sanfermines que algunos tienen", aunque reconoció que el panorama no pinta bien: "Todos tenemos en mente que con los datos que hay es muy complicado poder soñar con unos Sanfermines como hemos conocido siempre".

Maya se quejó de la falta de información ya que en su opinión "deberíamos tener datos más concretos de todo, de los efectos de la ventilación o no de los locales, de las vacunas y también de por qué hay que suspender o no las fiestas".

El año pasado, la suspensión de las fiestas se hizo oficial el 21 de abril a través de un rueda de prensa de la teniente de alcalde Ana Elizalde, que sustituyó en funciones al alcalde Maya convaleciente en ese momento por la covid.

Preguntado por las razones del retraso de la decisión, Maya ha asegurado que la situación en 2020 era mucho peor que la actual.