El Ayuntamiento de Pamplona ha firmado un convenio de colaboración con el Teléfono de la Esperanza para desarrollar un programa de apoyo psicológico dirigido a personas mayores de 65 años con el objetivo de mejorar su calidad de vida emocional, que se ha podido ver afectada por las consecuencias de la COVID-19.

En la presentación han participado el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y la presidente a la Asociación Teléfono de la Esperanza de Navarra, Teresa Gil. También han estado presentes en la rueda de prensa la concejala delegada del área de Servicios Sociales, Acción Comunitaria y Deporte, María Caballero; la psicóloga del programa, Patricia Díaz, y el voluntario de la asociación, Txema Arzoz. El Consistorio aporta a la iniciativa 20.000 euros, contando con subvención del Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra.

De esta manera, el Ayuntamiento quiere contribuir a la mejora de la calidad de la vida emocional de las personas mayores de 65 años de Pamplona, poniendo a su alcance un servicio cualificado y gratuito que les pueda ayudar a superar consecuencias emocionales derivadas de la situación sanitaria causada por la COVID-19. Con este nuevo recurso se quiere llegar a las personas que peor lo están pasando y sensibilizar sobre las consecuencias generadas por la pandemia. Entre los objetivos también se encuentran acompañar en la gestión del estrés producido por la crisis sanitaria y el distanciamiento interpersonal o facilitar estrategias para mejorar la calidad de vida.

El programa es "el primer proyecto que el Ayuntamiento pone en marcha con un doble enfoque sociosanitario y comunitario, en estrecha colaboración entre los servicios de Atención Primaria de Salud y los Servicios Sociales", tal y como ha destacado el alcalde en la presentación.

Apoyo personalizado o grupal y talleres abiertos

El programa de apoyo psicológico y emocional contará con dos líneas de acción. Todas las intervenciones serán supervisadas por el equipo de atención psicológica. Dentro de la primera línea, se ofertará asesoramiento individual telefónico, y para aquellas personas que por su situación de vulnerabilidad necesiten una atención más personalizada se llevará a cabo una atención presencial, individual o grupal. A partir de septiembre, se atenderán 300 personas derivadas desde unidades de barrio, centros de salud y apartamentos tutelados realizando una atención personalizada adaptada a la situación de cada persona.

La segunda línea de actuación se basará en talleres diversos sobre bienestar emocional, gestión del estrés, hábitos saludables de vida, prevención de la ansiedad, mejora de la comunicación interpersonal, insomnio o depresión, por ejemplo. Serán gratuitos y se desarrollarán en locales municipales. Se llevarán a cabo 16 talleres en Casco Antiguo, Ensanche, Iturrama y Rochapea, zonas elegidas en función de los datos de población mayor. En cada lugar se impartirán cuatro talleres durante 2 o 3 meses. Cada taller está previsto que dure 8 horas, repartidas en dos horas un día a la semana. Se han calculado 12 plazas por formación.

Atender necesidades detectadas por el Ayuntamiento en una encuesta

En Pamplona, conviven 46.282 personas de 65 o más años (22,35% de la población), una cifra que de acuerdo a la tendencia irá ascendiendo ya que el envejecimiento acelerado de la población constituye uno de los factores sociodemográficos más relevantes de las últimas décadas. De ellas, un 24% viven solas.

El Ayuntamiento realizó el año pasado un cuestionario para conocer cómo había afectado a quienes viven en la ciudad y tienen más de 65 años la crisis sanitaria y recoger sus propuestas para establecer programas o actividades que les ayuden a tener una vida mejor. Se descubrió que esos meses habían aumentado la soledad y el aislamiento, el miedo y la inseguridad, el cambio de hábitos o un cierto deterioro de salud, psicológico y cognitivo, además de incrementarse el sedentarismo con pérdida de masa muscular.

De manera preventiva, el Consistorio pamplonés realizó diversas actuaciones como el seguimiento a las 260 personas usuarias del Servicio de Atención a Domicilio que habían suspendido el servicio y a otras 271 que eran usuarias de centros de día y apoyó en las casi 3.000 llamadas a población de más de 65 años entre las que se encontraban las 650 a quienes viven en los apartamentos tutelados.

Atender las situaciones de crisis a la vez que se investigan sus causas

El Teléfono de la Esperanza es una entidad de iniciativa social y voluntaria que viene trabajando con personas en situación de crisis grave y urgente, prestando un servicio que les pueda ayudar a solucionar los problemas y promoviendo, asimismo, la investigación y prevención de dichas situaciones. Por ejemplo, trabaja sobre el tratamiento integral de las crisis psíquicas, personales, familiares y psicosociales y en el ejercicio de la solidaridad mediante la prestación de ayuda urgente, gratuita, y eficaz a quien lo solicita.

Cuenta con un servicio de urgencia durante las 24 horas del día. Basa su actuación en la confidencialidad, el anonimato y el secreto profesional y de manera paralela, impulsa la promoción del voluntariado y la capacitación de personas, familias y colectivos que colaboren en la mejora de la calidad de vida y salud emocional de sí mismos y de los demás ciudadanos.