ras más de 15 años de desidia de UPN en materia de movilidad sostenible en esta ciudad, en el 2015, gracias al gobierno del cambio, de un gobierno progresista con ganas de renovar nuestra Iruñea en términos de feminismo, igualdad, diversidad y movilidad sostenible se pusieron en marcha proyectos de ciudad en los que se entendía la necesidad de un cambio real y efectivo en las calles y redes ciclables. Se entendía que debían dejar atrás las políticas de priorización del vehículo privado de la señora Barcina, que lo único que hicieron era castigar al peatón y hacer unos cuantos kilómetros de aceras bici que ahora no sirven para nada.

Proyectos como el Plan de Amabilización, el de Pío XII, el corredor sostenible de Sanduzelai o el de Txantrean-Poliki fueron y son fruto de un gobierno del cambio, fresco y actual, alejado de las caducas ideas de la derecha en materia de urbanismo y movilidad, concienciado con la necesidad de una transición energética y ecológica de nuestra ciudad. En materia de red ciclable, se trabajó con colectivos ciclistas, y se redactó el Plan de Ciclabilidad 2017-2022, el cual recogía todos los cambios producidos en el ordenamiento urbanístico de nuestra ciudad en los últimos años y diseñaba una nueva red ciclable con la vista puesta en el año 2022. Ya fijaba las secciones y diseño para los nuevos carriles bici. Se trata de un documento técnico, profesional y con el respaldo de los colectivos ciclistas al que el concejal Delegado de Movilidad, el señor Alonso Ibarra, no ha querido hacer ni caso porque, en definitiva, provenía del gobierno del cambio.

Cabe señalar que el 6 de febrero del 2020, antes de que llegara la Pandemia, se acordó en este Pleno elevar el Plan de Ciclabilidad a guía de actuación oficial en los próximos años en materia de implantación de la infraestructura ciclista en esta Ciudad. Un acuerdo que el equipo de gobierno no ha cumplido, y aún, el Concejal Delegado de Movilidad no ha explicado el porqué. No se ha pronunciado jamás sobre este documento, y ha gestionado esta área desde el sectarismo, haciendo caso omiso a lo que recoge dicho documento.

Lo del incumplimiento del acuerdo no nos sorprende nada. ¿Por qué digo esto? Pues porque en lo que llevamos de legislatura, nuestro grupo municipal ha presentado más de 110 declaraciones en Comisión de Urbanismo de las cuales se han aprobado más de 105, y Navarra Suma no ha cumplido ninguno de ellos. Esa es la democracia que estila este equipo de gobierno que como siempre actúa como si el ayuntamiento, y lo que es más grave, la ciudad entera de Pamplona-Iruñea fuese su cortijo.

El Plan de Ciclabilidad establece que el mejor diseño para los itinerarios cortos son los carriles bici bidireccionales y que, sin embargo, para los itinerarios largos y troncales son los unidireccionales. Entonces ¿por qué el señor Alonso Ibarra lleva tres años únicamente haciendo carriles bidireccionales? Antes de la Pandemia, no había hecho absolutamente nada, pero en 2020, acuciado por la situación que nos generó la pandemia, y por la urgencia de dar soluciones alternativas a la movilidad que permitiesen conservar la distancia de seguridad entre las personas, el señor concejal delegado de movilidad empezó a hacer carriles bici bidireccionales que, según él, eran provisionales.

La sorpresa ha sido ver que después de dos años, estos básicos carriles bici-provisionales han venido para quedarse, al igual que lo hicieron las aceras-bici de la Señora Barcina. Considero que estos dos años, en los que ha habido más dinero que nunca, este equipo de gobierno no ha sido ambicioso y que no se han querido tratar los carriles bici, el espacio para el peatón, y la reducción de la presencia del coche tal y como requiere el asunto; desde un urbanismo que transforme nuestra calles y espacio público devolviendo al peatón el espacio y la superficie que se merece. Anda el concejal queriendo presumir de número de metros lineales de carril bici, sin importarle la calidad de los mismos ni resolviendo, en muchos casos los nudos y conexiones complejas.

La cerrazón política del Concejal de Movilidad, el señor Alonso Ibarra, y su constante deseo de desmarcarse de todo lo realizado por el gobierno de Asiron le llevan a meter la pata una y otra vez. Prioriza las siglas políticas frente al beneficio de la ciudadanía, y esa arrogancia política es la razón del desastre en la gestión de su área: chapuza de la Calle Amaya, carriles bici bidireccionales en la avenida del Ejército y Bayona que hubo que corregir cuando les llamamos la atención por lo numerosos errores cometidos, carriles bici por encima de jardines, colocación de dársenas para las villavesas, sin mover las marquesinas, que a su vez se convierten en carriles bici, etc.

Nuestro compromiso con la movilidad sostenible y, en particular, con nueva infraestructura ciclista en nuestra ciudad es el mayor posible, pero creemos que falta calidad y valentía política en algunos aspectos por parte del gobierno tripartito de Maya. Nos alegramos de que las derechas den continuidad al trabajo ya iniciado para crear una auténtica red ciclista y vamos a apoyar cuantas actuaciones se vayan desarrollando en ese sentido, pero hace falta que el concejal delegado del área, abra el cajón de su despacho, saque el Plan de Ciclabilidad, se deje de actitudes sectarias y electoralistas y se ponga a trabajar buscando la calidad de los proyectos y los consensos desde la participación, tanto de colectivos como del resto de los grupos municipales que formamos la mayoría del Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea.El autor es concejal EH Bildu Pamplona-Iruñea

La cerrazón del edil de movilidad Alonso y su deseo de desmarcarse de lo realizado por el Gobierno de Asiron lo llevan a meter la pata una y otra vez

Chapuza en la calle Amaya, y carriles bici bidireccionales en la avenida del Ejército y Bayona, que hubo que corregir cuando les llamamos la atención