- El Ayuntamiento de Cárcar, con el objetivo de colaborar con los vecinos y conocedores de la dificultad que supone muchas veces encontrar mascarillas para protegerse, ha decidido hacer un gran pedido para repartirlas por las casas.

De acuerdo con la alcaldesa, Mª Teresa Insausti, los trabajadores municipales han empezado a buzonear las 1.150 mascarillas que se corresponden con los carcareses que hay empadronados en la actualidad. Se trata, insistía, de mascarillas que pueden desinfectarse y reutilizarse hasta cerca de 50 días, por lo que esperan así, al menos, ayudar estas próximas semanas.

Esta vez, desvelaba Insausti, no les ha sido muy complicado hacer el pedido en el que han invertido unos 3.000 euros, y no descartan, en función de cómo evolucione todo, poder tomar nuevas medidas.

Estas mascarillas se suman, además, a las que un grupo de personas voluntarias realizó cuando comenzó la alerta sanitaria y que después donaron a la residencia de ancianos, lugar en el que, de momento, no hay con ningún caso positivo.

El Ayuntamiento, que también tiene pensado adoptar medidas en cuestiones tributarias, de la mano de los miembros de la brigada, está ayudando a las personas mayores que así lo han requerido; les han llevado medicamentos e incluso la compra. Además, hay algunos establecimientos que se han encargado personalmente de llevar sus pedidos.

Por otro lado, el banco de alimentos también ha seguido desempeñando su labor y han llevado comida a las personas que lo necesitaban y, además, a la desinfección que Montejurra está haciendo por todas las localidades, la brigada limpia a conciencia las zonas de mayor uso y foco de contagio como las barandillas. Del mismo modo, un grupo de vecinos desinfecta a fondo todas las semanas las calles ayudados por sus tractores.

Los trabajadores municipales también se han encargado de repartir por los domicilios los deberes que mandan desde el colegio para evitar desplazamientos innecesarios y, por último, explicaba Insausti, el Ayuntamiento ha repartido gel de manos en todos los establecimientos que siguen abiertos y es que, terminaba, "lo cierto es que aquí no hay grandes aglomeraciones de gente y la verdad es que la mayoría de tiendas son de primera necesidad".