on el foco puesto en las medidas de seguridad y sanitarias por la covid-19, ayer echó a andar en Latasa Imozko Feria, un escaparate de producto local y de la oferta turística del Plazaola, Basaburua y Atetz. Era la primera feria desde el estado de alarma para la mayoría de los y las artesanas, y había ganas. Lo cierto es que la crisis sanitaria ha sido especialmente dura para este sector, durante el confinamiento y también después, con numerosas ferias suspendidas e incertidumbre respecto a otras citas de este verano, temporada alta para la venta directa.

Por ello, con el fin de darle un empujón, el Ayuntamiento de Imotz organizó esta cita con la colaboración de los ayuntamientos de Basaburua y Atetz así como Cederna Garalur y el Consorcio Turístico Plazaola. Y fue un éxito. Así, los artesanos y artesanas agradecían al Ayuntamiento de Imotz su apuesta por una feria en la nueva normalidad. También el apoyo de las numerosas personas que ayer se acercaron a Latasa.

"El 95% de las ventas de Zapatari son en ferias", apuntó Xabier Iturriotz, un zapatero artesano de Eraso que realiza al año casi medio centenar de ferias. "Es la primera en cuatro meses", observó. También era la primera para Olga Madina, de Katealde, empresa de Altsasu que se dedica a la elaboración artesana de productos de pato y oca. "Las ferias son muy importantes, tanto por la venta directa cómo para darse a conocer. El boca a boca es la principal publicidad de las empresas pequeñas", apunto Olga Madina.

Sin aglomeraciones y con estrictas medidas como el uso de mascarilla obligatorio y la desinfección de manos a la entrada, la feria invitaba a recorrer la veintena de puestos de artesanía y productos agroalimentarios, con una oferta variada. Así, había un espacio para los productos hortícolas y ganaderos así como otros productos elaborados como queso de Idiazabal y de cabra, talos, patés, pan artesano, pastelería y mermelada entre otros. La oferta de artesanía también era variada, con calzado, cremas, jabones naturales, tallas de madera, cerámica, bisutería, cuero y ropa principalmente. Además, hubo una exhibición de los Kañamares., Oier y Julen con el hacha en pruebas de velocidad, corte vertical y tarea de fondo y Peio en la talla con motosierra. Los txikis también tuvieron su espacio, con talleres de cerámica y de mascarillas personalizadas.

"Este año no hemos podido celebrar el día del valle y pensamos en organizar la feria, para dinamizar los sectores agroalimentario y artesanal de la zona así como los servicios y actividades turísticas", señaló el alcalde de Imotz, Alfredo Alzueta. Asimismo, adelantó que a lo largo de este verano también habrá ferias de producto local y artesanía en Basaburua y Atetz.

La apuesta por el turismo en Imotz ha sido firme en los últimos años. Socio del Consorcio Turístico del Plazaola, el Ayuntamiento inauguró el verano pasado Biltegi, un bar restaurante habilitado en el antiguo almacén de la estación del Plazaola de Latasa que a su vez es un centro de alquiler y taller de bicicletas para dar servicio a la vía verde y a la ruta Eurovelo 1, un recorrido de más de 9.000 kilómetros que va desde el norte de Noruega hasta el sur de Portugal y que entra en Navarra por la Vía Verde del Bidasoa. Precisamente, Latasa es el punto de conexión de esta vía con la del Plazaola. Asimismo, está desarrollando un proyecto de centro de Nordic Walking" que esperan inaugurar en otoño.