Tras un proceso participativo para decidir de forma comunitaria el uso de las antiguas escuelas, el Ayuntamiento de Arbizu adecuará en este edificio un espacio para actividades relacionadas con la cultura. Para ello, solicitará ayudas en diferentes convocatorias y comenzará con algunas obras y su equipamiento para que este nuevo espacio sea una realidad lo antes posible.

Lo cierto es que ante la falta de un local, charlas, exposiciones, proyecciones, conciertos, cursos y talleres entre otras actividades se realizan en el salón de plenos, que a menudo se queda pequeño. “Las antiguas escuelas están en el centro del pueblo, un edificio en una sola planta sin barreras arquitectónicas que ofrece muchas posibilidades con una obra pequeña”, apunta Maitane Intxaurraga, concejala de Participación y Comunicación. Con una superficie de 299 metros cuadrados, en la actualidad cuenta con tres aulas amplias, despacho y baños.

No obstante, el Ayuntamiento quiso dar la voz a la ciudadanía para conocer sus necesidades, propuestas e ideas para decidir entre todos y todas el destino de edificio, vacío desde 2019. Así, a principio de curso se puso en marcha un proceso participativo con la asesoría técnica de Elhuyar. Comenzó con un fin de semana de puertas abiertas para conocer las instalaciones.

Asimismo, se envió a todas las viviendas una carta en la que se informaba del proceso junto con un cuestionario para recoger las propuestas, en euskera, castellano y árabe. Respondieron 76 vecinos y vecinas el 66% mujeres. La más repetida, 30 personas, era que fuera un espacio de usos múltiples. Ocho proponían una casa de cultura y otras diez que fuera local de jubilados. Otras propuestas era viviendas para alquiler social, un espacio para el juego, rocódromo. “La mayoría de las propuestas no cumplía una o más condiciones y en muchos casos, ya cuentan con espacios propios”, observa Intxaurraga.

Por otro lado, se creó un grupo motor para dinamizar el proceso. Su primer cometido fue realizar una selección de las propuestas teniendo en cuenta las tres condiciones establecidas, su uso público y que llegara al mayor número de personas, que fuese un espacio multiusos y viable económicamente.

Asamblea popular para decidir el uso

Con la lista de las propuestas y un plano de las escuelas en mano, se realizó una asamblea en la que participaron 17 personas. El consenso fue la nota dominante y se acordó que fuera un espacio para actividades culturales además de lugar de encuentro, en especial de diferentes generaciones. En relación a la organización del espacio, también se recogieron diferentes planteamientos como la creación de una sala uniendo dos aulas o habilitar un espacio diáfano con puertas correderas para poder separarlas en momentos puntuales además de equiparlas con mobiliario y medios tecnológicos. No obstante, aún no se han definido el proyecto.