pamplona - Con la persistencia de una reclamación que ya tiene décadas a sus espaldas, en torno a dos centenares de personas se reunieron ayer en el Alto de Ibañeta para rememorar la batalla entre vascones y francos ocurrida en el paraje pirenaico en el año 778. El acto, organizado por Orreaga Fundazioa y Etxabarrengoa Elkartea de Garralda, fue el punto álgido de un programa de actividades que comenzó el día 9 de agosto dividido entre Orreaga-Roncesvalles, Pamplona y Zubiri. Durante el acto central, la organización colocó una placa conmemorativa provisional, junto al monumento de la Piedra de Roldán, en recuerdo a los vascones que participaron en la batalla.

Como anticipo, el pasado día 10, tuvo lugar un acto solemne en el Rincón del Caballo Blanco de Pamplona a la destrucción de las murallas de la capital navarra a cargo de los francos. Y ayer los actos centrales de la programación volvieron como de costumbre a Orreaga.

A las 10 de la mañana partió una marcha de montaña desde Auzperri-Espinal hasta Orreaga, donde a las 12 horas tuvo lugar la lectura del pregón, que este año corrió a cargo del periodista Patxi Zamora. Tras una ofrenda floral, el Aurresku y los bertsos de Jean Louis Harignorduy Laka y Ricardo Galdeano, Zamora expresó: “tenemos que unir la memoria y la verdad, la dignidad y la ilusión, la libertad y el derecho a decidir”. Sobre lo ocurrido en Orreaga hace trece siglos, Zamora puso en valor que este día debería ser celebrado “como un festivo, con el aval institucional y representantes de las instituciones” además de enseñar lo ocurrido en las escuelas “con normalidad democrática”. “Celebramos esta victoria de nuestros antepasados reivindicando cosas justas, de sentido común, como la defensa de nuestra cultura, de nuestro euskera”, añadió. Tras el acto, los asistentes subieron a Ibañeta donde se produjo el homenaje y la colocación de la placa. El programa de ayer, y de todas estas jornadas, concluyó con una comida popular en la Sociedad Etxabarrengoa de Garralda. - D.N.