- Psicólogo clínico, sexólogo y escritor, José Luis García lleva más de 40 años trabajando por una educación y relación con el sexo libre de ataduras. Su último libro Tus hijos ven porno. ¿Qué vas a hacer? es una clara invitación a intervenir sobre una industria que nos acompaña en el día a día.

¿Por qué el porno está extendido como la educación sexual de muchos jóvenes en el mundo?

-Los datos que tenemos revelan que es así. En España sabemos, por un estudio de Save The Children, que a los 6 años ya empiezan a estar en contacto con el porno. Y un estudio de la Universidad de Baleares nos dice que, a los 8 años, coincidiendo que con el regalo del teléfono móvil, buena parte accede a él. Y es probable que a los 18 años nos encontremos con muy pocos chicos que no hayan visto porno. El sociólogo Luis Ballester dice que una cuarta parte de los chicos españoles, antes de la mayoría de edad habría visto más de 10.000 horas de porno. Pero lo más importante es qué tipo de porno ven nuestros chicos y chicas: porno con dosis de violencia. En la mayor parte de los casos.

¿Pero por qué ocurre esto si en las escuelas existe esta educación sexual?

-No, no es cierto. No conozco ningún centro educativo que tenga programas de educación sexual desde primaria hasta la universidad. Hay, efectivamente, algunos profesores que lo hacen de manera personal y espontánea, pero de una forma reglada y por ley no existe en España. Suecia por ejemplo, desde 1955 lleva con una educación sexual obligatoria. Aquí en España andamos con el ‘Pin Parental’ y Navarra es una plaza dura. Yo lo que propongo que la única manera que tenemos de defendernos del porno es una buena educación sexual. Y como no hay una ley, los niños y niñas buscan educación fuera.

¿Por qué Navarra es difícil?

-La historia nos lo pone de manifiesto. Porque hay grupos sociales que están en contra de que una educación sexual científica y profesional se lleve a cabo. Y defienden una educación sexual tradicional.

¿El momento clave de la expansión del porno es la llegada del móvil a los menores?

-Internet nos ha cambiado la vida y las relaciones. La pornografía de la transición se vivió como una liberación, había viajes a París incluso para ver películas. Pero ahora hemos pasado a una barra libre de porno violento. Es un peligro que nuestros niños y niñas se eduquen en esto.

¿Hay margen para una producción de porno de forma responsable?

-No me gusta la palabra pornografía. Yo propongo hablar de películas sexuales eróticas. Propongo a los padres que hablen de estos temas con sus hijos, porque ya que los van a usar, que lo usen correctamente. Creo que hacen falta productores de cine porno que no utilicen la violencia. Hay porno feminista, porno ético, pero siempre todas estas películas acaban saliendo en los sitios web porno. Creo que falta un espacio, y creo que si alguien se atreviera tendría mucho éxito. Mi propuesta a los padres es que tenemos que traer la competencia al porno. O ustedes hablan con sus hijos o van a buscar información fuera sí o sí. Sus hijos van a ver porno, les guste o no.

Hoy propones una charla dirigida a familias pero también a niños y niñas.

-Sí, me interesan las familias que tengan entre los 6 y los 16 años. No obstante, cualquier persona va a ser bienvenida, y si son jóvenes mejor. Ojalá vinieran jóvenes y nos contaran sus experiencias. Lo que pasa que cuando están con adultos los jóvenes no suelen hablar. Se callan. Yo les propongo una serie de actividades que hacer en casa, para que ellos se formen. Porque ninguno ha recibido educación sexual. Ni ellos, ni sus padres, ni sus abuelos. Venimos de una cultura que ha negado la educación sexual y ha considerado la sexualidad como algo inapropiado. Y así nos va.

CV. José Luis García está a punto de cumplir 45 años de experiencia en el campo de la sexología y la psicología. Desde su experiencia defiende una formación en la sexualidad, un diálogo intergeneracional y una alternativa al porno que impera en internet, el de contenidos violentos y tratos vejatorios para la mujer.

“Hemos pasado a una barra libre de porno violento y eso es un peligro”