tudela - La firma Construcciones Martínez Rodríguez ha sido la adjudicataria para las labores de limpieza y acondicionamiento del antiguo Humilladero de Tudela por un montante total de 8.175 euros, tal y como se aprobó el pasado viernes en la Junta de Gobierno. El humilladero de Tudela, un monumento situado a la entrada de la ciudad justo antes de que dé comienzo el Puente del Ebro, se erige desde hace décadas como un punto negro en el que se acumulan la maleza, los cables eléctricos y la basura, delatado además por el estado ruinoso de su estructura.

El Ayuntamiento y los diferentes agentes que componen la Mesa de Patrimonio señalaron hace más de un año la necesidad de acondicionar este elemento patrimonial que, con el paso de los años, ha ido perdiendo su antiguo esplendor.

Una de las acciones que se llevarán a cabo será la limpieza de la hierba, la basura acumulada y los carteles de ocio y espectáculos que han tomado el espacio de algunos muros del monumento. También está pendiente la adecuación de las instalaciones eléctricas -dos contadores y una torre-, para lo cuál se ha contactado con las entidades titulares de las mismas.

Además, hay otras dos actuaciones que se atisban imprescindibles para adecentar el humilladero: una, la declaración como Bien de Interés Local, que le garantizaría cierta protección al monumento. La segunda, la instalación de rótulos y señales con el objetivo de informar sobre la importancia histórica de este punto de la ciudad y como medida disuasoria para evitar que se depositen más restos o residuos en una zona ya de por sí muy degradada.

Cabe la posibilidad de que en esta rotulación se incluyan también referencias al antiguo coladero, el lugar en el que antaño se realizaba la colada y que históricamente estaba situado a escasos metros del humilladero.

El humilladero de Tudela fue recientemente incluido en la lista roja de monumentos y elementos patrimoniales en riesgo de desaparición que elabora la asociación Hispania Nostra, una entidad creada en el año 1976 y que cuenta con un comité científico que evalúa y aprueba las solicitudes para incluir monumentos en el mencionado directorio. Como consta en su página web, el monumento no presenta riesgo de derrumbe o colapso estructural pese a la ausencia de techo y los agrietamientos de sus muros, aunque sí se destaca el estado de “abandono” del conjunto y el largo periodo de tiempo que ha transcurrido sin que se hayan acometido intervenciones sobre el mismo.

Según Hispania Nostra, se reconstruyó en 1540 y en 1690. La cruz y el templete perdieron su uso -el de pedir fortuna al llegar a la ciudad o partir de ella- con la Desamortización de Mendizábal en 1834 y en la Primera Guerra Carlista se sellaron los arcos con mampostería y sillarejo para convertir al espacio en un fortín defensivo. En 1905 se destruyó y pasó a ser lugar de cobro de impuestos y, posteriormente, una vaquería.