Los daños causados en los cultivos por conejos durante la pandemia han aumentado con respecto a las últimas cifras registradas de 2019. El confinamiento, las dificultades posteriores para que los cazadores pudieran hacer frente a las plagas por los cierres perimetrales de muchos municipios y comunidades autónomas, han sido las causa para que los agricultores vean cómo los daños en sus campos han aumentado. Por ello, representantes del sindicato agrario UAGN están manteniendo reuniones con los departamentos de Medio Ambiente y Agricultura del Gobierno de Navarra para tratar de paliar el problema.

Según afirma David Navarro, agricultor tudelano y miembro de la Junta Permanente, afirma que "los daños que he tenido a día de hoy son más elevados que los de otros años. He empezado con la siembra de invierno por lo que estamos en unas fechas en que si se caza y se controlan las poblaciones se puede conseguir que esto revierta. Si de normal era un problema grave, esto lo ha incrementado".

En Navarra, hasta bien entrado el pasado mes de mayo, los cazadores no se pudieron desplazar y no se facilitó la caza porque hasta entonces no se consideró una "actividad esencial". Pasada esa primera etapa, se pudo cazar, pero las siguientes olas de contagio y las medidas restrictivas de comunidades la han vuelto a dificultar.

Por este motivo, desde el Gobierno se está realizando algún movimiento para modificar la orden foral de caza, sobre la que desde UAGN ha realizado una serie de peticiones. "Buscamos una mayor implicación de la Administración como en Aragón. Teniendo este problema del desplazamiento, hay que tener en cuenta que la caza es una actividad fundamental para los daños a la agricultura pero también para el propio medio ambiente y el equilibrio del ecosistema. No hay que olvidar tampoco las afecciones que está teniendo en temas como el tráfico, con accidentes con los jabalíes".

Para UAGN, hasta 2013 la Administración de implicaba en los daños cinegéticos. "Lo hacia a través de un perito tasador y mayor control y estar pendientes de este problema, pero desde aquel año no se ha vuelto a implicar". Dentro de sus peticiones se encuentran las de permitir más métodos de caza, la posibilidad de realizar desbroces en lugares donde no pueden acceder bien los cazadores y como último punto permitir los desplazamientos entre distintas autonomías. "Hay cotos a los que acudía mucha gente de otras comunidades. Ahora no puede hacerse y no podemos estar de nuevo con problemas para la caza, que es una actividad recreativa, pero que en el caso de los conejos y jabalí tiene sus consecuencias".

Por último también quieren abordar el tema de la responsabilidad de infraestructuras como autopistas o canales, donde los conejos encuentran protección. "Las empresas no nos facilitan la labor de la caza, queremos que tengan responsabilidad sobre esos daños".

La última estimación de daños realizada en 2019 hablaba de 1,2 millones de euros solo en la Ribera. En una sesión parlamentaria en febrero de 2020, Luis Miguel Serrano, de UAGN, indicó que "en 17 años las medidas que se han tomado no han servido. Este año se han matado 232.000 conejos en la zona y parece que no se ha matado ninguno, porque los daños van incrementándose", subrayó. En la última temporada fueron capturados en Navarra 10.000 jabalíes, 2.600 corzos y 200.000 conejos. En el caso de los jabalíes, en 2015 se cazaron más de 5.000 y en 2019 casi 10.000.