tafalla - La asociación Altaffaylla Kultur Taldea y la Fundación María del Villar Berruezo colocaron en el mediodía de ayer sábado una placa de recuerdo y de homenaje a María del Villar Berruezo, la gran bailarina y escritora tafallesa que logró grandes éxitos artísticos en la primera mitad del siglo pasado. La placa quedó instalada en el inicio de la calle Mutuberría, donde María del Villar Berruezo residió en sus años de mocedad, justo enfrente del desaparecido Teatro Gorriti. Al acto asistieron algunos descendientes de la homenajeada, representantes de las dos entidades organizadoras, algunos ediles municipales y varias decenas de vecinos. Un grupo de gaiteros alegró con sus melodías este sencillo acto.

La primera en intervenir fue la concejal Rakel Alvarez (EH Bildu) quien en su condición de presidenta de la Comisión Municipal de Igualdad se congratuló por este reconocimiento a una mujer tafallesa “que llevó el nombre de nuestra ciudad por escenarios y salas de diferentes países de Europa, América y África” y destacó el hecho de que la placa se colocase frente a lo que fue entre los años 1846 y 1868 el antiguo Teatro Cervantes y que en el año 1909 fue de nuevo reabierto al público con el nombre de Teatro Gorriti, un local por el que durante varias décadas pasaron las mejores compañías de teatro y de variedades del momento y donde se proyectaron películas hasta que se cerró la sala en los últimos años de la década de los 70 del siglo pasado.

Seguidamente, fue Mª José Berruezo, sobrina nieta de María del Villar Berruezo y presidenta de la Fundación que lleva su nombre, quien presentó una breve biografía de la homenajeada, al mismo tiempo que agradecía a la asociación cultural Altaffaylla por haberse sumado a este reconocimiento a la artista tafallesa. Otra de las integrantes de esta Fundación, la escritora y poetisa, Marina Aoiz, procedió a la lectura de un poema en recuerdo a María del Villar Berruezo. La joven dantzari, Zuri Belloso, interpretó un aurresku en su honor acompañada por las notas de un txistulari y ella misma procedió después al descubrimiento de la placa.

María del Villar Berruezo de Mateo nació en Tafalla el 9 de diciembre de 1888, pero fue en París donde se consagró como artista y bailarina de danzas folklóricas españolas y de danzas exóticas (hindúes, árabes, egipcias), además de danzas clásicas. Además, esta artista tafallesa destacó como escritora, publicando relatos y artículos periodísticos y tres poemarios Alma desnuda, Nocturnos africanos y La tragedia de la luz y de las sombras. En 1970 recibió el premio Prix Decouverte Prose de Burdeos por su libro de relatos El huevo maravilloso. En 1970 el Ayuntamiento de Tafalla le concedió la Medalla de Oro de la ciudad en reconocimiento a su prolífica labor artística y en 1976, el gobierno francés le concedió la Cruz a la cortesía francesa y al año siguiente, un 26 de julio de 1977, fallecía en San Sebastián.