Tafalla - En una de las jornadas festivas más esperadas por la ciudadanía tafallesa, ayer se celebró por todo lo alto y con las mejores galas el día dedicado a honrar al patrono de la ciudad, San Sebastián. Las habituales cenas de cuadrillas de amigos de la noche anterior dieron paso a un día en el que volvieron a repetirse estas celebraciones que sirven de ocasión para reunir en torno a una mesa a familiares y amigos.

Los principales actos del día estuvieron centrados en la Misa Mayor y en el desfile de la corporación que con su vistoso cortejo se trasladó en comitiva hasta la iglesia de Santa María, donde se celebró una solemne eucaristía.

Bajo la amenaza de lluvia, que no llegó a caer, los actos oficiales del día dieron comienzo a las 6.30 horas, con el canto por las calles de la más popular y conocida de las auroras tafallesas, la dedicada a San Sebastián compuesta por Julián Flamarique en el año 1904. A las 11.30 horas dio comienzo el desfile del cortejo que acompañó a la corporación municipal en su traslado hasta la iglesia de Santa María, en un día en el que los ediles actuales salieron por última vez en comitiva antes de los próximos comicios de mayo.

El vistoso desfile lo iniciaban la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, que este año conmemora su centenario, acompañados de cuatro tríos de bandas de gaiteros. Tras ellos, los componentes de Tafallako Dantza Taldea interpretaron sus bailes bajo las melodías de los txistularis, que interpretaban la Marcha a San Sebastián de Hilario Olazarán, seguidos por el grupo de clarines y timbales. Posteriormente, desfilaron los maceros y la corporación en torno a la bandera de la ciudad portada por la edil de UPN, Raquel Irigalba. Cerrando el cortejo, la Banda de Música La Tafallesa, dirigida por Óscar de Esteban, que durante la subida a la iglesia interpretó la Marcha a San Sebastián, de Miranda y La Fuente, mientras en el regreso hasta la casa consistorial, una vez finalizada la misa, pusieron las notas a la melodía Evocación de Emilio Cebrián.

A las 12.00 dio comienzo la Misa Mayor. La eucaristía estuvo oficiada por el párroco, Iñigo Beunza, que lamentó que la noche anterior y por tercera vez, alguien había pintado una cruz invertida en la puerta de la casa parroquial. Este hecho, junto a otras pintadas insultantes y ofensivas, le sirvió para reflexionar públicamente “sobre qué tipo de sociedad estamos construyendo entre todos”. En la parte musical intervino la Agrupación Coral Tafallesa, bajo la dirección de Alicia Osés.

En el momento de las ofrendas, el edil Jacinto Goñi (EH Bildu) protagonizó la ofrenda del cirio, por delegación del alcalde y compañero de grupo, Arturo Goldaracena. Con este acto se renueva cada año el compromiso que hizo la ciudad en el año 1426, de tener a San Sebastián como patrono único y perpetuo.

Al regresar a la plaza de Navarra, los gigantes, dantzaris y la Banda La Tafallesa, interpretaron la Jota de la Pilindros. Los gigantes bailaron después los valses Ereta y Cortejo, con música de los gaiteros y las dantzaris Zintadantza.

A ritmo de tambor En torno a medio centenar de tamborileros y de txistularis salieron a las calles de Tafalla en la tarde del pasado sábado para alegrar con sus melodías la víspera del patrono. Esta tamborrada que se organizó por séptimo año consecutivo por iniciativa del grupo Danborradak Lagunak se está consolidando poco a poco y está logrando aportar un toque musical a una festividad esperada con ilusión.

Los participantes en el acto tomaron la salida a las 19.30 horas desde las inmediaciones de la plaza del Mercado, con el toque inicial de la Marcha de San Sebastián compuesta por el maestro Raimundo Sarriegui y el baile de un trío de dantzaris. La marcha duró alrededor de hora y media y discurrió bajo la dirección del joven Danel de Prado, que marcó el ritmo de los instrumentistas, ataviados con mandarras y gorros de cocineros.