Es difícil decir adiós a un amigo, a un compañero de mil andanzas y mil empeños en dejar esta tierra nuestra un poco mejor. Por eso solo te decimos hasta luego. Te lo decimos en voz baja, porque tú sabes que siempre estarás en nuestro recuerdo y en cada lucha que emprendamos, a la que tú no sabrías decir que no.

No dijiste no a formar parte del Foro Social Permanente y fuiste algo más que un mero miembro nominal. Nos enseñaste a trabajar con el entusiasmo de quien sabe que tiene razón. Tu impulso hizo que esa causa fuera una de las que ganaste, de las que ganamos y ganó Euskal Herria para el proceso de construcción de paz y para la convivencia democrática.

Pero además de ser un pertinaz luchador, sabías también que las causas humanas requieren de una relación humana, de cuidarse mutuamente, y así tras cada reunión, sobre todo tras las más complicadas, te apuntabas a rubricar el encuentro con un vino.

Siempre nos decías que la misión del Foro era una de las peleas más complicadas en las que habías aportado. Tuvimos que lidiar con muchos contextos endiablados y sortear numerosas zancadillas y eso, por supuesto, impactaba en los debates internos. Pero, tal vez, el legado mayor del Foro Social ha sido una cultura del acuerdo, priorizando el consenso y respetando el disenso. Una manera de hacer las cosas que ha creado escuela en otras luchas que se dan en la actualidad.

Has vivido la vida y la has disfrutado, siempre haciendo que las demás la disfrutáramos contigo. Por eso nos recuerdas esas líneas que Eduardo Galeano escribió para personas como tú en el Libro de los abrazos:

“Cada persona brilla con luz propia entre todos los demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos juegos, juegos bobos no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”

Gracias Juanje porque tú nos encendiste y tu recuerdo, que es presencia también, mantiene nuestra llama viva.

Firman este obituario: Fernando Armendáriz, Expe Iriarte, José Luis Uriz, Terexa Fagoaga, Txemi Perez, Teresa Toda, Roberto Oiz, Félix Jimenez, Santi Begiristain, Taxio Arrizabalaga, Eneko Calle y Agus Hernan