En el año 1962 se fundó en Navarra la asociación Colectivo Alaiz. Hoy, 50 años después, ya podemos decir que sus entusiastas componentes han contribuido a que la visión social de la mujer sea otra. Sus talleres, cursos y demás actividades se han sucedido constantemente y con ellos han abarcado diversas áreas como la educación social, la salud mental, la incorporación social y laboral, etcétera.

Es así que, a lo largo de cada año, han sido centenares las personas que se han beneficiado de la gestión del colectivo para una mejora en sus necesidades. Como alguna de sus integrantes manifiesta, el feminismo que ellas proclaman debe entenderse como una igualdad entre hombres y mujeres. Desde hace unos años, la incorporación de los hombres para llevar a cabo ciertas actividades en la asociación es un gesto para que, como ellas dicen, se dé un cambio social.

En lo que a mí respecta, y puesto que me toca desarrollar trabajos con ciertas asociaciones, intuyo, aunque con Alaiz no he tenido oportunidad, que su gestión es excelente, a la vista de los resultados, como hemos indicado. Y ello se adivina observando el entusiasmo que demuestran dos de sus socias activas: Elena Urdániz y Begoña Arrieta, a las que conozco, y tengo por y para ellas, gran admiración y afecto.

Mis deseos para que la nave de Alaiz continúe surcando aguas tranquilas en busca de enclaves inexplorados que esperan de su gestión. Un abrazo.