La gran mayoría de los jóvenes vivimos inmersos en un mundo en el cual reinan la comodidad y la holgazanería. Se puede decir que nos lo han dado todo hecho (a excepción, si cabe, de estos últimos años), y nos cuesta mucho dar un paso adelante, levantarnos del sofá y dejar a un lado tanta vagancia.

A mi parecer, uno de los principales problemas causantes de esta dejadez es el hecho de que la tecnología nos ha absorbido por completo y nos hace vivir enchufados continuamente, en cualquier lugar, hora o situación. Además, es innegable que la tele, el móvil, el ordenador o la consola nos alejan exponencialmente de la realidad y de lo que nos rodea. Ya en su época Albert Einstein afirmó: "Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas". Y sinceramente estuvo más que acertado en su predicción.

¿Acaso no caminamos cada día por la calle con los auriculares puestos y la música a todo volumen, pendientes únicamente de nuestros problemas, y no queriendo enterarnos, o directamente ignorando lo que ocurre a nuestro alrededor? Y a decir verdad, ¡la cantidad de cosas que nos estamos perdiendo! De hecho, conozco el caso de muchos jóvenes como yo, que disfrutan de la compañía de sus amigos sin apenas despegarse de su teléfono móvil, sin darse cuenta de que este poco a poco les va robando su libertad.

Y es esto lo realmente preocupante, el hecho de que este estilo de vida está cada vez más sumergido en nuestra sociedad actual, algo que debemos cambiar urgentemente, cuanto antes. Salgamos fuera. Movámonos. Compartamos nuestro tiempo. Dejemos a un lado la pantalla y volvamos a vernos las caras.