Un rey accidentalista
a Felipe de Borbón le proclama hoy nuevo rey el accidentalismo político. Lo dijo otro Felipe, González, para explicar la posición monárquica de un PSOE republicano: "El PSOE es un partido accidentalista", esto es que defiende unos principios pero la coyuntura le puede llevar a defender otros diferentes, incluso contrarios. Desde esa frase de González, no he encontrado aún a un socialista en Navarra que supiera antes que era un socialista accidentalista. El accidentalismo no es, por supuesto, exclusivo del PSOE ni tampoco una novedad política. Es algo así como la teoría que explica la práctica del pragmatismo o realpolitik. Se puede ser republicano y apoyar una apresurada y opaca sucesión en una Monarquía como se puede apoyar los derechos del pueblo saharaui y dejar luego al pueblo saharaui tirado en el olvido y la represión porque el accidentalismo y el dinero -ambos van siempre de la mano-, exigen sumisión al régimen alauita de Marruecos. O se pasa de socialista a socialdemócrata y se termina en la cultura del pelotazo del social liberalismo. Y así con unas cosas y otras. Los principios políticos dejan de ser una prioridad, la ética política se convierte en prescindible y el fin justifica los medios se convierte en la única estrategia. Felipe de Borbón será hoy Felipe VI, el Accidentalista.