Las otras

mi generación le está tocando tener madres muy viejas. Es un fenómeno que me apasiona y que observo con admiración creciente (y una leve inquietud), a medida que envejezco. Las viejas de ahora son de hierro. No se mueren así como así. Vienen de la resistencia. Tienen el fuego dentro. Vieron la guerra a la edad en que se aprehende el mundo. No sé qué hace ahí esa hache, pero bueno. Lo malo es que, en fin, Dios no lo quiera, pero esas mujeres imbatibles podrían empezar a ver morir a sus hijos que, a lo mejor, no aguantamos tanto. ¿Nosotros también vamos a ser longevos? Eso dicen, pero no sé. Hay que pensar en esto. Cada uno tiene que pensarlo él solo. ¿Tú quieres ser longevo? Ojo, no es broma. Yo no sé si quiero ser longevo, así como así. De primeras, ya te digo que según. Vivir en un mundo que no es el tuyo, no entender nada, no poder hablar con nadie. Aunque, si tienes una cabeza como la de Noah Chomsky, pues mira. Eso ya es otra cosa. Noventa y tres años y sigue iluminando. ¿Sabías que Chomsky pidió el voto para Biden? A ver, no es que le gustara especialmente Biden, claro. Pero, ¿sabes lo que dice? Me refiero a Chomsky: dice que deberíamos hacer lo que podemos, no buscar lo que no podemos. Es un mensaje para toda la izquierda. Parece que intentara no asustar. Pero sí decir algo muy muy claro. Para que se entienda fácil, ya sabes. Dice que EEUU se encamina al protofascismo. A partir de ahora, voy a decir ya protofascismo en vez de fascismo. Aunque, en realidad, son lo mismo, me imagino. Yo, antes, cuando decía fascismo, quería decir protofascismo, creo. Supongo. Qué lío. El caso es que, le llames como le llames, está a las puertas, esa es la cuestión. Unos lo ven y otros no, vale. No pasa nada. Yo ahí no entro. Chomsky, al final, dice que hay que ser pragmáticos. Olvídate de las utopías, eran del otro siglo. Eso dice. Lo de ahora son las otras, las que no son las utopías, ¿cómo se llaman? Esas, esas.