a guerra de Rusia por invadir Ucrania no tiene ninguna justificación y más si se tiene en cuenta la masacre de la población civil que soporta la destrucción, el hambre, el exilio forzoso y el ataque a sus derechos más elementales.

Todo el mundo civilizado está de acuerdo que esta guerra es una carnicería de una gran potencia bélica contra una nación soberana que se defiende con uñas y dientes.

Yendo un poco más lejos, en los inicios y el desarrollo del esta guerra las consecuencias no son iguales para todos los que de forma directa e indirecta participan en ella. ¿Quiénes son los mayores perjudicados en esta guerra y quiénes salen favorecidos? Porque no tengamos duda que la mayor parte de las guerras son por motivos económicos y los asuntos territoriales, lingüísticos, sociales o religiosos sirven e pantalla para justificar lo injustificable.

Estados Unidos en este caso es paradójicamente una parte favorecida, da salida a su potente industria de guerra, incrementa su influencia en Europa como adalid de la libertad, hace la guerra a distancia sin riesgo de pérdidas humanas aprendiendo del ejemplo de Vietnam o Afganistán, entre otros. Pero además no se compromete a acoger a los millones de refugiados que esta contienda está produciendo, ni a preparar una futura reconstrucción del país junto con la Unión Europea. El octogenario presidente americano o sus asesores insisten en el apoyo bélico pero no han ofrecido acoger a las víctimas de una guerra que será larga y cruel.

Como existe la posibilidad de un cierre del grifo de carburantes por parte de Rusia a Europa, el suministro de petróleo y gas dependería de los países en los que Estados Unidos tiene una influencia total, incluso en aquellos que antes se posicionaban en su contra como Venezuela o Irán el incremento del precio y la falta de oferta les hace cambiar de ideales a posturas más pragmáticas. Incluso la falta de cereales para alimento humano y animal pone a América en general, y a Estados Unidos en particular, en una posición de privilegio sobre el resto del mundo.

Rusia también sale beneficiada aunque a corto plazo sufra una dura crisis, los mercados asiáticos desean nuevos mercados sin dejar los tradicionales, la posición neutral de China, India y otros países asiáticos supone un juego a dos bandas y un control cada vez mayor de la economía mundial con consecuencias a futuro para los países europeos. En el plano estratégico, la guerra con Ucrania es un aviso a navegantes para el resto de las naciones fronterizas y que en el pasado formaron parte de URSS, desgraciadamente le ha tocado a Ucrania ser el ejemplo de lo que puede pasar si no se declaran neutrales tal y como así lo entiende Rusia.

Desgraciadamente se repite la misma historia: las víctimas no son nunca quienes montan, dirigen y financian las guerras.