Leí con interés la buena entrevista que Javier Escorzo hizo a los Marea con motivo de la salida a la calle de su nuevo disco y la posterior gira anunciada –por cierto, hoy Pedro Razkin, rockero navarro, actúa en el Gayarre y Kutxi Romero será uno de los invitados, aún están a tiempo de coger unas entradas–. No es que me guste su música más allá de dos o tres temas, pero ellos me caen bien. Una de las cosas que comentaban era la de vueltas que le habían dado al precio de las entradas, para hacerlas lo más accesibles posible a todos los bolsillos, tratando de cuadrar durante meses todas las cuentas para que todos los actores implicados –que en una gira son muchos– saliesen beneficiados. Olé por ellos.

En una de las frases, David Díaz Kolibrí decía que “tienes que pensar tú estás allá arriba porque ellos están abajo y no al revés”, lo cual es tan evidente como olvidado por muchos y que me recordó a Paco Ibáñez en homenaje a Raimón en el 93: “Hay que recordarles a los señores políticos presentes en la sala que ellos han venido porque vosotros estáis aquí. Y no al revés”. El público, como tal, es el causante primero de que algo sea posible y de que un trabajo pase de ser un hobby a una manera de poder vivir e incluso a una manera de poder vivir magníficamente. Y, por tanto, que Marea tenga tan claro que las entradas no pueden ser artículos de lujo y que los conciertos de su gira puedan ser algo que poder contemplar por 30-35 euros y sin entradas VIP y sin mierdas así es para agradecer y para halagárselo, porque saben que muchas personas pagarían 50, 60 o 70 y que sus bolsillos se llenarían más. Pero no lo van a hacer y es algo que en un panorama cada vez más caro y a su vez en medio de esta crisis dice mucho de ellos, como miembros de una sociedad y como banda, algo poco habitual en artistas que tengan su status o superior, la mayoría bastante asaltacaminos.