Hoy es un día clave para dilucidar el futuro de la Legislatura que salió de las urnas el 23-J. Se constituyen las Cortes en el Congreso y el Senado con los diputados y senadores elegidos en las urnas y los que se irán eligiendo en los parlamentos autonómicos, entre ellos Uxue Barkos en Navarra. Un día en política es siempre, y más aún ahora, mucho tiempo y lo que ocurra hoy en la elección de la Mesa del Congreso será determinante para saber si habrá nuevo Gobierno con Sánchez en Moncloa o habrá una repetición de las elecciones a finales de año. A las horas que acabo estas letras aún nada está claro, más bien está confuso y en el aire de un cara o cruz, pero, aunque quizá me equivoque, creo que el PSOE sacará adelante la mayoría en la Mesa del Congreso que puede abrir la puerta a la investidura de Sánchez y a su reelección como presidente. Hay suficiente discreción para el ruido que impera en la política española estos años para que esa incertidumbre sea real. De partida, Feijóo tiene 171 votos a su favor (PP, Vox y UPN), los mismos que puede sumar también ahora Sánchez (PSOE, Sumar, PNV, ERC, EH Bildu y BNG), mientras que Colición Canaria y Junts mantienen su decisión pendiente. No obstante, Coalición Canaria lleva días dando pistas de sus intenciones y negocia su apoyo a la Mesa y un acuerdo de estabilidad con Sánchez para la Legislatura. De esa vía parece formar parte también el PNV, que aumenta sus posibilidades de volver a formar parte de la Mesa del Congreso, si no como presidente, que parece complejo y donde el PSOE quiere situar a la socialista balear Francina Armengol, sí con un representante, como ya ha ocurrido otras tres veces antes. Pero la inclusión del PNV en la Mesa deja al PSOE en manos de una mayoría pendiente siempre de ese voto que genera dudas en Ferraz. Aún así, y aunque los nacionalistas vascos guardan un preciado silencio sobre sus conversaciones con los socialistas, no se puede obviar que ambos gobiernan en la CAV y en Navarra con Geroa Bai. Esa vía añadiría un voto más, el de Coalición Canaria, a Sánchez y con 172 sobre los 171 de Feijóo ya podría elegirse la Mesa del Congreso, cerrar el paso a una hipotética investidura del líder del PP y ser investido presidente solo con la abstención de Junts. Y veremos a partir de ahí que sucede en la Legislatura con el escaño de UPN. En ese camino queda por definir el voto de los catalanistas. Puigdemont, vapuleado e insultado política y mediáticamente y perseguido policial y judicialmente e exiliado en Waterloo, tiene el llavero con gran parte de las llaves. Es evidente que la decisión crea dudas en Junts. Puede ser una oportunidad para el catalanismo o un ejercicio de devolución del maltrato injusto al que se ha sometido a Catalunya desde las estructuras del Estado. No sé qué decidirá, pero Puigdemont tiene un boleto con premio y siempre es mejor cobrarlo que dejarlo pasar y caduque o acabar perdiéndolo. Creo que hay más que ganar para Catalunya en el diálogo que en el cuanto peor, mejor de la repetición electoral. Como ejemplo, la posibilidad de una amnistía, si esa es una de la condiciones. Es una Ley Orgánica que necesita de mayoría absoluta, al menos 176 votos, y que sea tramitada por la Mesa del Congreso. Los hay. Que pueda salir adelante o no esa posibilidad depende del voto de Junts hoy.