Modus operandi. Forma de actuar específica para alcanzar un fin. Mafia. Organización clandestina de criminales que persigue sus intereses sin escrúpulos. Recursos. Medios económicos, tecnológicos, técnicos y humanos de los que se dispone para resolver una necesidad. Derechos humanos. Lo que todas las personas tenemos por el mero hecho de haber nacido pero que, en función de dónde lo hayamos hecho, dejarán de ser algo inherente a la dignidad humana para pasar a ser sistemáticamente atacados y vulnerados.

Fardo. Paquete que se compacta para trasladarlo de un sitio a otro, mercancía.

Hace un mes la Guardia Civil encontró 130 fardos de hachís en el mar cerca de Tarifa. Este jueves los fardos que los miembros de una narcomafia lanzaron al agua desde una lancha eran negros, alargados y se movían. Respiraban, tenían nombre y lugar de procedencia. Habían dejado atrás a sus familias, amigos y casas. Venían por lo de siempre. Intentar salir de una miseria terrible para terminar entrando en otra. Resulta que los que mueven el hachís de Marruecos a la península ahora diversifican, han visto futuro también en la trata humana. Varían negocio pero mantienen modus operandi. Cuando faltan unos metros para alcanzar la playa empujan estos fardos al mar, viran rumbo a Marruecos y desaparecen a toda máquina. Y esas personas se quedan flotando o hundiéndose porque a la angustia de la travesía y la incertidumbre de lo que les espera hay que añadir que muchas no saben nadar. Cuatro murieron ahogadas este jueves. Ver cómo esos malnacidos les empujan al agua te parte al alma y saca lo peor que todos llevamos dentro, ese instinto animal que pide devolver el ataque. Pero no lo hacemos, claro. Por eso esperamos que la justicia actúe para defender estos derechos humanos, que se dote a quienes patrullan la línea de costa de más recursos, agentes y fuerabordas de la misma potencia que las narcolanchas y a los servicios sociales de más personal y espacio. Y que a quienes han llegado vivos les atiendan como necesitan y tengan oportunidades y mucha suerte.