Han pasado siete años desde que se puso en marcha el programa de coeducación Skolae, está presente en 248 centros y ya cosecha frutos positivos. Así lo reconocen los responsables de un proyecto multipremiado y replicado en otras comunidades. El objetivo no es otro que promover las relaciones igualitarias basadas en el buen trato y en la prevención de la violencia de género con material para profesorado, alumnado y familias. Es decir, una escuela para aprender a identificar las desigualdades y a luchar contra ellas fomentando relaciones respetuosas. Me seduce que se aborden temas de nuevo cuño como la “ecología emocional”, saber cómo gestionar nuestros sentimientos y lograr esa armonía entre nuestras emociones, nuestras relaciones y el entorno en el que vivimos.

Empezar por un@ mismo. También las familias admiten que les ha servido para abordar con sus hijos temas como la sexualidad. Ojeo ejemplos de buenas prácticas como el vídeo del colegio de Doneztebe sobre los riesgos de la pornografía para que los chavales sepan cómo respetar los deseos de la otra persona o reconocer la imágenes violentas y poder visibilizar en una situación así a una persona que quieren como puede ser una hermana o amigo.

Coeducar es hablar desde txikit@s del uso correcto de redes sociales, de lo que es sexting, sextorsión, grooming, trabajar la autoestima... En mi generación se nos ha educado valores pero no en afectividad, sexualidad o diversidad. Seguramente en unos pocos años veremos a muchos de estos chavales en las concentraciones del 8-M. O quizás muchas de las reivindicaciones estén superadas. Ojalá!!!.