¡Cómo es la vida! Un día te ves absolutamente impotente frente al capitalismo salvaje y otro día se te alegra el corazón al saber que un edificio emblemático del corazón de Pamplona ha sido rescatado de la especulación para dedicarlo a iniciativas sociales. Todavía hay esperanza para la especie humana.

Katakrak y la cooperativa de servicios financieros éticos Coop 57 han comprado el inmueble de la Calle Mayor contiguo a la librería. Hace algo más de 10 años Katakrak adquirió una parte y ahora las dos entidades se han unido para hacerse con el resto del inmueble y el patio interior. De esta manera se recupera todo este edificio del siglo XVIII que, además, guarda mucha historia entre sus paredes.

Aquí la familia Huarte abrió en 1845 la que fue la primera escuela laica de Navarra y en la que estudió, por ejemplo, Pío Baroja. Los gigantes y cabezudos de la comparsa durmieron aquí durante un tiempo y también es en este edificio donde se abrió el primer gimnasio de kárate en nuestra ciudad. Uno de los miembros del conocido grupo Los Iruñako, Alberto Huarte, era biznieto de uno de los fundadores del colegio y su viuda e hijos han sido los propietarios hasta ahora.

El año pasado el Ayuntamiento adquirió por 30.000 euros un escudo que estaba en el zaguán de la casa y que se cree que provenía de la antigua fachada de la Casa Consistorial. Ahora la familia ha terminado de desprenderse del inmueble aceptando la oferta de Katakrak y Coop 57 y dejando de lado otras que albergaban intereses mucho más lucrativos, como pisos turísticos o apartamentos de lujo.

El continente ya está. Ahora falta el contenido, pero conociendo a la gente de Katakrak y de Coop 57, seguro que no nos decepciona.