Primer concierto de Laura Pausini en Pamplona. Nos estamos acostumbrando a los eventos de primer nivel internacional y el de la artista italiana fue uno de los más espectaculares que han pasado por el Navarra Arena: escenario enorme, derroche de luces y sonido, pantallas gigantescas, escaleras, plataformas que elevaban a la artista varios metros sobre el suelo, bailarines, coristas, nutrida y excelente banda… Un despliegue de medios arrollador al servicio de una creadora que derrocha personalidad. Dice que soñaba con se arquitecta, pero el destino tenía otros planes para ella: en 1993 ganó el Festival de San Remo y alcanzó un éxito mundial que lleva treinta años creciendo sin parar.

Las tres horas del concierto de Pamplona, que se hicieron cortas, fueron un repaso por esa trayectoria plagada de triunfos, con parada especial en su último trabajo, Almas paralelas. Ayudó al buen desarrollo de la actuación la actitud fervorosa del público, especialmente el de las primeras filas, que estuvieron reservadas para los miembros de su club de fans; también tuvieron la posibilidad de acceder a la prueba de sonido, donde, según dicen, la artista se mostró simpática y cercana. En el concierto, la italiana fue un verdadero ciclón, un animal de escenario que se movía con fuerza en los tiempos rápidos (Todas las veces, Emergencia de amor), y recurría al tono confesional en las baladas (Así celeste o Nuestro amor de cada día, interpretadas por ella misma al piano). 

Alternó tramos más animados y rockeros (Como si no nos hubiéramos amado) con otros bailables y semi electrónicos (Surrender). Por supuesto, no eludió sus grandes himnos (Entre tú y mil mares, Se fue, Inolvidable, La soledad…). Subió a algunas fans a bailar junto a ella, lanzó alegatos por la paz, por la ecología y contra la violencia machista; presentó a sus padres, que saludaron al público desde el escenario; bailó, lució chorro de voz, se rio, tocó la guitarra y el piano, se cambió de ropa varias veces, habló en español, chapurreó varias palabras en euskera… Se metió al púbico en el bolsillo y ofreció, en definitiva, un gran espectáculo, basado en un cancionero bien hilvanado, en unos envidiables medios técnicos y, sobre todo, en el carisma que atesora. 

Y esto nos lleva a la polémica que precedió al concierto: la decisión de no dejar acceder al recinto a fotógrafos de prensa, siendo la oficina de la artista la encargada de enviar fotos del evento a los medios de comunicación. No es el único caso: Bob Dylan no permite fotos desde hace décadas (luego no difunde imágenes); otros, como Alejandro Sanz, Sting o Metallica, colocan a los fotógrafos en los puntos más alejados del escenario. Bryan Adams, que visitará el Arena en junio de 2025, exige por contrato revisar (y aprobar) las fotos que los medios publicarán. Cada artista maneja su imagen como mejor entiende, eso es obvio.

Sin embargo, en el caso de Laura Pausini, parece un error de bulto esa actitud tan restrictiva. Su repertorio rebosa calidad, pero estoy convencido de que sus canciones no hubiesen llegado tan lejos en boca de otro artista. Lo que verdaderamente engancha es ella, su capacidad de conectar a base de simpatía y espontaneidad.

Prohibir las fotos de la prensa lanza un mensaje en dirección contraria, como si todo, en realidad, estuviese mucho más estudiado y procesado de lo que parece; como si esa naturalidad que transmite fuese una mera pose. Y no creo que sea el caso. La rueda de la industria musical lleva décadas girando gracias a la confluencia de múltiples actores: en el centro están los artistas, pero estos no serían nada sin la ayuda de músicos, productores, arreglistas, sellos discográficos, managers, promotores, radios, televisiones, prensa escrita… Y fotógrafos, por supuesto. Dejemos que cada uno siga haciendo su trabajo. 

CONCIERTO DE LAURA PAUSINI

FECHA: 07/12/2024

LUGAR: Navarra Arena

INCIDENCIAS: Lleno, entradas agotadas. Público sentado en sillas, también en pista. Más de 7.000 personas. Banda: Paolo Carta, Thomas Festa, Roberto Gallinelli, Ernesto López, Gareth Brown, Fabio Coppini. Coros: Roberta Graná, Bruno Corazza, Giorgia Galassi. Bailarines: Ilaria Cavola, Luigi Turetti, Francesca Tanas, Kristijan Besirovic.


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