La vivienda se ha convertido en un bien especulativo demasiado atractivo. Su rentabilidad bruta en la compra para alquiler era de más de un 7,2% al finalizar 2024 (0,1% más que hace un año) y, en el caso de Pamplona, el 4,8% según un portal inmobiliario. El mercado inmobiliario es una fórmula con retorno seguro para los inversores –de aquí o de fuera– pese a la crisis de vivienda que vive el país. El euribor baja (está en el 2,5%) y hace más atractiva la compra para quienes pueden hacerlo.
El dinero en el banco como ocurre con los Bonos del Estado a diez años están dando un 3,1%. No importa el precio. Ayer supimos que el nuevo barrio de Salesianos en el Ensanche de Pamplona está casi colmatado con ocho de las nueve torres. Con pisos de tres habitaciones desde 748.000 euros pero con generosas terrazas. Para rizar el rizo hay gente que alquila su vivienda habitual y se busca, también en alquiler, otra vivienda que se adapte mejor a sus necesidades, es decir, más cara.
Y con lo que se ahorra al no comprar la casa que desea invierte en la compra de otro piso que no le interesa para vivir pero que alquilará y así podrá pagar la diferencia de la renta donde vive. También se dan inversiones compartidas para alquiler pensando en una venta a 35 años (plazo de la hipoteca). Mientras tanto, el censo de demandantes de vivienda protegida supera las 17.000 solicitudes en Navarra, 8.346 en alquiler y nada menos que 7.911 en compra.