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A la contra

Jorge Nagore

Recuerdos

Recuerdos

Cuando hace casi 35 años entré por primera vez en esta redacción José Mari Moreno, Txema, Txemari, ya estaba allí. Para mí que estaba en Cultura, con Zapater y Ana y Txuri y Santi, pero lo mismo me falla la memoria y era otra sección, quién sabe si economía o yo qué sé, o Cultura fue más tarde. O no fue. Sí que recuerdo que las peceras de los jefes estaban entrando a la derecha y que allí estaba la tele, en el despacho de Bator, el director, que ponía el fútbol las pocas veces que entonces se televisaban partidos. O el Tour. O lo que fuera. Y allá pedorreábamos los de Deportes, los que estaban en plantilla y lo que entonces se llamaba Colaborador, que éramos bastantes, de entre semana y de fin de semana.

Y Txemari, que siempre se acercaba cuando había partido o algo, y que en un tiempo en los años 80 fue el cronista de Osasuna para Navarra Hoy, el diario precedente a este y que cerró en febrero de 1994. Txemari era del Athletic, como el Torero, así que pese a que a los dos les queríamos 100 sobre 100 porque eran y son buena gente a rabiar pues al final que seas del Athletic es un punto en contra, se mire como se mire, y siempre había tiradillas serias cuando el partido era Osasuna-Athletic o al revés. De modo que el empate en San Mamés del domingo, solo un día más tarde del fallecimiento de Txemari demasiado joven y demasiado pronto, se me antojó como un buen reparto: un punto para tu equipo del alma y otro para el de la inmensa mayoría de los que tanto te quisimos, Txemari.

Tras el periódico, a Txemari la vida se lo llevó al Teatro Gayarre, donde seguro que le tocó ver sobre las tablas a su suegro, el recordado actor Manolo Monje, y sus pies a ver mundo y decenas de países con sus amigos y con Idoya, haciendo fotos que capturaran los recuerdos, recuerdos que ahora nos toca a nosotros guardar como oro en paño. Buen viaje, león, manda rugidos para abajo, que siempre vendrán bien.