Una de civismo
Coincidiremos en que, prácticamente cada día, basta salir a la calle para ser testigo de conductas incívicas de esas que te hacen desear ser ermitaño para no tener que tratar con tus congéneres. Una de las que más me desalinean los chakras es la de esa gente tan generosa que comparte su música desinteresadamente con los demás, lo que suele hacer en el transporte público y a todo volumen. Una actitud que estamos, peligrosamente, empezando a tener normalizada. En Portugal nos muestran el camino a seguir, que es el de tocar el bolsillo: se considerará falta grave de civismo y estará sancionado con multas de entre 50 y 250 euros. (Diario Crítico)
El imbécil del BMW
No es falta de civismo, es otra cosa muchísimo más grave, pero me gustaría mantener el tono de la columna dentro de la corrección. Aunque se puede imaginar la retahíla de (des)calificativos que me han venido a la cabeza al ver las imágenes del accidente que causó un BMW blanco en la TF-5. Búsquelas, que va a flipar. Un vehículo, como cuentan en Atlántico Hoy, “propiedad de un entramado empresarial con sede en Mercatenerife” y que apunta con luces de neón a niño de papá con un juguete caro que a punto estuvo de llevarse varias vidas por delante. Y todavía, después, se puso chulo el imbécil.
Mayor al volante
Abramos un melón. ¿Hasta qué edad se está en condiciones óptimas para conducir? ¿Debería retirarse el carnet al cumplir determinada edad? La normativa europea no lo recoge, salvo que haya un deterioro físico y/o cognitivo. Ahí está el quid de la cuestión, porque la periodicidad de los exámenes psicotécnicos da pie a que haya personas conduciendo sin estar en condiciones, y muchos de esos conductores longevos no están dispuestos a renunciar. Esto ha llevado a la DGT a intentar controlar el aumento de casos publicando una guía. Ojo, porque hablamos de riesgo para todos los que estamos en la carretera, incluidos ellos. (El Confidencial)
Un paso en protección
La incapacidad y la invalidez permanente ya no serán excusa para el despido. El Senado ha aprobado el proyecto que elimina esos reconocimientos como causa automática de extinción de contrato. Con la nueva norma, el trabajador decidirá voluntariamente si desea extinguir el contrato o prefiere que la empresa le adapte el puesto para continuar trabajando o incluso que le busque uno nuevo, “siempre que esto no suponga un coste excesivo”. Sólo se ha opuesto Vox, simulemos la sorpresa, por considerarla “una mala herramienta jurídica”. Un paso en protección de derechos del que esperemos que se vele por su cumplimiento efectivo. (Noticias de Gipuzkoa)
Turismo de panadería
Cuando pensábamos que no podíamos flipar más con la deriva surrealista del mundo. Al boom de la apertura de panaderías ‘cuquis’ le sigue ahora otro no menos sorprendente: el turismo a esos templos del ‘cupcake’ y las tartas con nombres innombrables. Una opción escalando puestos y extendiéndose de forma tal que The Guardian le ha dedicado un reportaje en el que expone casos concretos de viajeros dispuestos a recorrer kilómetros, condicionar sus vacaciones o aguantar largas colas con tal de probar un pan o dulce especial. Virgen santa, cómo están las cabezas. (Xataka)