Nuevamente nos visitan estos organismos marinos y ahora, otra vez, lo hace la que conocemos como carabela portuguesa, cuyo nombre científico es pysalia physalis, considerada un enemigo público y el terror de los mares. Quizás reciba el nombre de portuguesa en recuerdo de un famoso crucero que fue un destructor de la marina de aquel país, cuyo nombre era Os terror dos mares.

Al parecer, se detecta menor cantidad de ellas en relación a las que nos visitaron el pasado año 2009. Se distinguen de las demás porque ésta tiene la cabeza de color violáceo y azul y porque flota en la superficie, al igual que el periscopio de un submarino, pero más bajito, claro.

A pesar de la presencia de este desagradeble organismo, nuestras playas registraron el pasado domingo lo que en términos de aviación comercial conocemos por overbooking, es decir, playa completa, ya que llegar a la orilla para darte un baño era toda una odisea, teniendo que ir constantemente pidiendo paso por favor y, de ahí, el caos circulatorio que se organizó por la tarde en nuestra ciudad para poder salir de la misma. Pero es que el magnífico día que disfrutamos te invitaba, a pesar del riesgo, a darte un baño.

La bandera blanca con el dibujo de dos medusas, que es con la que nos advertirán de si hay medusas o no, no me parece el color más acertado, dado que siempre las banderas blancas expresan paz y estas carabelas pueden darnos mucha guerra, por lo que quizás hubiera sido más acertado que esta bandera fuese negra y el dibujo de las medusas blanco.

Convendría crear también otra bandera que advirtiera a los nudistas del riesgo añadido que corren, caso de una picadura en sus partes íntimas, cuyo diseño debiera ser figurativo y de fácil comprensión.