La misma historia oficial
Me he asomado a una de las páginas del otro, del periódico de la competencia, a esas efemérides, y, cómo no, estos días la guerra, la nuestra, la gran lacra que nos pesa aún porque los muertos siguen sin enterrar, hace 75 años estaba en marcha. Se narraba la conquista heroica de Navafría, un enclave estratégico en la sierra madrileña, por unos mil soldados, la mayoría bravos falangistas y requetés navarros (me lo creo). Y me he acordado de estos años, cuando le dirigía a mi colega y magnífico historiador Bixente Serrano en los pasillos del instituto la pregunta: "Y este curso, ¿quién gana la guerra civil?". Y su respuesta: "Betikoek", (los de siempre). Sabemos las gestas que protagonizarán en todos los frentes los voluntarios navarros hasta la victoria, está ya escrito. Las amenazas de Mola a las traidoras provincias del norte si no se rinden, también. Aquí en la retaguardia, en Navarra, reinaba la delación, se torturaba, se encarcelaba, se reprimía, se fusilaba a mansalva. De esto, ni una palabra. Qué tristeza. Muchos lo perdían todo, a sus hijos, a sus padres, a sus parientes, en definitiva perdían esa maldita guerra. Mi familia, campesinos pobres, también eran perdedores de esa contienda. Pero para ellos no hay recuerdo ni efemérides que valgan, seguirán siendo los grandes silenciados: 75 años después, la historia oficial sigue inalterada.