Por circunstancias de salud que eludo pormenorizar y que nos pueden acaecer en cualquier edad, y sobre todo cuando se tienen 90 años, he tenido que estar ingresado durante 40 días en la 6ª planta del centro hospitalario Virgen del Camino.

Aquí quisiera tener el numen para cantar las alabanzas merecidas por la totalidad de los profesionales que me han atendido, pero como eso es una utopía, me limitaré a dirigir unas palabras de agradecimiento por el trato y la atención recibidos a todo el personal de dicho centro: médicos, enfermeras, auxiliares, equipos de limpieza, etcétera; tanto femenino como masculino, desde el de más alta graduación hasta el último en el escalafón del organigrama hospitalario. Hago extensivo mi agradecimiento a mi médico y a mi enfermera del centro de salud de Huarte Mª Pilar Arroyo y Mª Ángeles García. Todos, del primero al último, sois eficientes, todos sois necesarios, todos sois magníficos. Sin personas como vosotros, que unís a vuestra profesionalidad un trato amable y humano; sin personas como vosotros, que cada día trabajáis al servicio de los demás, la vida no tendría sentido. Gracias por todo.

En otro orden de cosas, pero también en clave de reconocimiento, expresar mi gratitud a alcaldes y exalcaldes, concejales y exconcejales del Grupo de Independientes de la Comarca de Pamplona, que tuvieron la gentileza de rendirme un homenaje hace unos días. En aquel momento me fue imposible articular palabra debido a la emoción.

Gracias: Romero, Irisarri, Ibero, Iriarte, Josetxo, Amparo y a un largo etcétera de compañeros que, aunque no recuerdo el nombre de todos, los llevo igualmente grabados en la mente y en el corazón. Con personas como vosotros, que se sacrifican con dedicación y honradez al servicio y progreso de nuestras comunidades, lograremos salir de esta crisis que tanto daño nos está causando. Repito una vez más: muchas gracias a todos.